Opinion

EL TIEMPO SE AGOTA

EDITORIAL

El pasado viernes retomó actividades el Congreso de la República para terminar la segunda legislatura y completar los dos primeros años de labores.

El país sigue esperando las reformas sociales propuestas por el Gobierno Nacional que han encontrado muchos obstáculos en su recorrido por el Congreso. Este año será decisivo.

Tendrá mucha importancia en el congreso la nueva realidad política del país después de las elecciones de octubre de 2023. Los gobiernos de las ciudades más importantes, Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín, no son adeptos al Gobierno del presidente Petro lo que marca un balance en las fuerzas políticas regionales, que es fundamental para las elecciones de marzo de 2026.

El Gobierno Petro tendrá menos maniobrabilidad política en el congreso, encontrará una coalición debilitada y a los congresistas pensando solamente en reelegirse el 8 de marzo de 2026 para lo que tendrán abierto su apetito burocrático.

Será presentada la reforma a la justicia y la reforma laboral vuelve a la Comisión sexta de la Cámara de Representantes. El gobierno nacional colocará toda su atención a la reforma a la salud que hará su tránsito por el Senado en primero y segundo debate la cual, de ser aprobada, difícilmente pasará en su totalidad la revisión de la Corte Constitucional.

En algunos círculos se empieza a hablar de un nuevo proyecto de Ley de reforma tributaria, lo que difícilmente será aprobado ya que los congresistas no estarán dispuestos a asumir ese costo político.

En síntesis, no se espera que sucedan grandes cosas en el congreso durante el lapso hasta el 20 de junio que termine la segunda legislatura.

Y así va transcurriendo el tiempo y se perdieron otros cuatro años porque nuestros congresistas fueron inferiores al compromiso con el pueblo.

Manizales, febrero 18 de 2024.

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