EDITORIAL
El pasado miércoles en la noche, las mayorías en las comisiones económicas del Congreso de la República le dieron sepultura al Proyecto de Ley de Financiamiento presentado a su consideración por el Gobierno Nacional, el cual pretendía recaudar 9,8 billones de pesos para financiar obras de carácter social e infraestructura durante la vigencia fiscal 2025.
Aunque el presidente Gustavo Petro anunció medidas para compensar el hundimiento en el Congreso de la Ley de Financiamiento, seguramente lo sucedido obligará a un tijeretazo que afectará la inversión y suspenderá o aplazará obras de infraestructura importantes para muchas regiones. Una vez más queda claro que muchos congresistas archivan las iniciativas del gobierno por razones políticas y no técnicas. Así se desprende de los argumentos expuestos en la ponencia presentada por los senadores Miguel Uribe, Antonio Zabaraín, Juan Pablo Gallo y Mauricio Gómez, quienes solicitaban que se archivara la iniciativa del ejecutivo, lo que finalmente sucedió.
El proyecto rechazado por las comisiones económicas del Congreso contenía iniciativas interesantes como subir los impuestos a las plataformas de juegos de azar en línea y a los vehículos híbridos e incrementar el impuesto al carbono.
El colocarle IVA al jugoso y lucrativo negocio los juegos de suerte y azar en línea era un tema de equidad ya que en la actualidad solo pagan el impuesto a la renta. Esta actividad pasó de facturar 16 billones de pesos en el 2022 a 32 billones en el 2023 con proyección de 45 billones al 31 de diciembre de 2024. Con el hundimiento de la reforma, seguirán las cosas como estaban. Lo grave es que está comprobado que casas de apuestas han ayudado a la financiáción de muchas campañas políticas, lo que los convierte prácticamente en intocables en el Congreso. Estos fueron los verdaderos triunfadores de la jornada.
Es inentendible que el actual Congreso le apruebe al Presidente de la República su Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026, y luego le niegue los mecanismos para ejecutarlo, y también le rechace el proyecto de presupuesto general de la nación para la vigencia fiscal 2025.
Varios congresistas antigobiernistas expresaron que, “en líneas generales era inoportuno para la economía de los colombianos en este momento”, sin embargo, a renglón seguido y con un tono lleno de odio y venganza, se vanagloriaron presentando como gran logro: “así como el presupuesto general de la nación, hoy hundimos la reforma tributaria”. No permitieron un debate más amplio ni salvar del proyecto varias iniciativas que eran benéficas para el país.
Quienes ahora hacen fiesta por el hundimiento del proyecto de ley de financiamiento, olvidan que será el próximo gobierno nacional al que le tocará afrontar la crisis económica generada por el actual Congreso de la República, y seremos los colombianos quienes tendremos que pagar las consecuencias de ello asumiendo fuertes medidas económicas a partir del 20 de julio de 2026.
El ejercicio de la oposición no puede convertirse en una feroz persecución a todas las iniciativas presentadas por el Ejecutivo. Siempre habrá algo rescatable y para ello es el debate. Flaco favor el que le hacen al país estos congresistas que actúan por razones políticas más no técnicas.
Manizales, diciembre 15 de 2024.

