Con la coloquial expresión de la sabiduría popular, se entiende como el lanzamiento de candidatos a la palestra de las elecciones, instando a quienes tengan interés en ser elegidos pongan sus nombres a la consideración del electorado, exponiendo públicamente sus ideas y propuestas.
A pocos meses de las elecciones territoriales en donde se renovarán Concejos municipales, Asambleas departamentales, Alcaldes y Gobernadores, valdría la pena conocer con tiempo los programas de gobierno de estos últimos, en aplicación de la democracia participativa, que consagra el estado social de derecho, con poco desarrollo en su verdadera dimensión y filosofía.
Es evidente que hay fatiga con ciertos gobernantes locales que no entendieron la importancia de sus elecciones, defraudando la confianza popular, más dedicados al protagonismo mediático, a la confrontación y a la polarización, electorado que espera la finalización de sus mandatos, a guisa de ejemplo, Bogotá, Manizales, cuestionados, la primera por su dogmatismo conceptual, el segundo por su total incapacidad administrativa, producto de su inexperiencia en los asuntos públicos.
Más que diatribas y expresiones de cajón, que “soy el mejor, pongo a disposición mi transparente hoja de vida, el concejal y diputado amigo, un gobernador para todos, el alcalde que la ciudad necesita, unidos venceremos”, interesante sería que expusieran las posibles soluciones a los factores generadores de violencia en sus jurisdicciones, como atacar la inseguridad ciudadana como elemento disolvente del bienestar colectivo, que se plantea para mitigar el abuso de la niñez, las balaceras en los barrios y comunas, sobre todo en los grandes centros urbanos, la drogadicción y otros tantos factores que sirven de foco para la delincuencia organizada.
De igual manera, conocer de quienes aspiran a dirigir los entes territoriales, que se propone sobre el tema de la violencia intrafamiliar que lesiona la paz doméstica, sus causas endógenas y exógenas de este gravísimo problema social, en buen romance, a un lado el populismo electoral, con un esbozo claro de sus programas de gobierno, si deseamos enrutarnos por los caminos del progreso colectivo.
Menos preocupación por la campaña del contendor, eliminando la conseja, la patraña, el rumor, y las encuestas con rasgos de favoritismo que mucho daño le hace a la voluntad popular.
ADENDA. Los hechos políticos administrativos por los que atraviesa el país, el entrometimiento del ejecutivo en la excarcelación unilateral de insurgentes como delincuentes comprometidos en actividades delictivas y violatorias de los derechos humanos, que bien pueden constituir una deslegitimación institucional, a la que podría aplicársele la lapidaria frase del dramaturgo romano Publio Sirio, “que la absolución del culpable, es la condenación del justo”.
ADENDA DOS: A propósito de la presentación del proyecto sobre la reforma a la salud en las sesiones extras del Congreso, el ejecutivo central analizaría si su trámite es por ley ordinaria o estatutaria, por cuanto allí se están regulando derechos fundamentales de las personas. “No por mucho madrugar, amanece más temprano”, reza el adagio popular y no se lleven una sorpresa en la Corte Constitucional.
* Por: J. F. Paz – Exmagistrado / Consultor. – Presidente Tribunal de Control Ético del partido liberal colombiano.
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