Por: Jorge Hernán Mesa Botero – Candidato a la Alcaldía de Manizales.
6 octubre 2019
42 suicidios en el año 2018 marcaron la tasa más alta en la última década en Manizales y de paso ubicaron a esta ciudad con el no honroso primer lugar en el país frente a esta problemática que requiere intervención en conjunto de toda la sociedad.
La escritora Margarita Posada en su libro muertes chiquitas describe el entorno que se escenifica detrás de los casos del suicidio y frente a uno de esos factores como lo es la depresión la describe como “la nueva gripa y muchos han muerto de esta pulmonía en el corazón”.
De ese mismo análisis se desprenden varios factores que hacen hoy en día que la vida en si misma se haya convertido en un acto más consciente, pero de paso la visibilidad que genera el entorno termina por agobiar a decenas de personas que se ven expuestas a las redes sociales, los likes, los famosos del montón, los influencer y como ella misma lo describe a todo un Truman Show que expande de cierta forma es gripa por el mundo.
En Manizales como sociedad hemos cometido dos errores que debemos reconocer para avanzar en pasos ciertos en esa lucha por la vida misma: la negación y la desconexión de los asuntos de salud mental con mirada prioritaria en nuestras familias.
Frente a lo primero se podría pensar que es el camino más fácil; negar que se tiene una patología mental que requiere atención y minimizar su real impacto es levantar el tapete y esconder el polvo.
Y desconectarnos como ciudadanos y considerar que eso le pasa es al vecino y que somos en nuestro círculo íntimo inmunes a tal situación tan bien es asumir una posición de individualidad frente a una problemática que no distingue ni sexo, ni creencia religiosa ni mucho menos condición social o económica.
“La depresión es como huir del dolor” señala la autora del libro. Y lamentablemente como sociedad le hemos agregado otra variable: el camino más fácil que vamos transitando es huirle a la búsqueda de instrumentos de solución conjunta.
Este no es un reto unilateral del gobierno municipal, no es asunto exclusivo del sistema de salud, no es problema único de la familia del paciente y no es una cosa pasajera que se “cura” con pequeñas frases motivacionales o palmadas en la espalda de quien la sufre.
El reto es que como ciudadanos comencemos a reflexionar frente a temas de salud mental alrededor de una pregunta ¿De qué se trata la vida?
La depresión es un estado clínico. Es una enfermedad que le da a centenares de personas en nuestra ciudad tal y como a otro centenar le puede dar cáncer o cualquier otra patología.
De allí que sea necesidad urgente ser responsables de lo que se tenga que hacer y actuar de forma conjunta desde la base del entorno familiar con instrumentos como la psico-educación.
EL DEBER SER
Varias acciones nos pueden llevar a lograr resultados más alentadores en esta realidad que vive Manizales frente a las tasas de suicidio.
Será prioridad en mi gobierno la estructuración y aprobación en los cuatro primeros meses de la política pública de salud mental. Con esta herramienta podremos acelerar la consecución y destinación de partidas presupuestales efectivas para poner en marcha amplias campañas, estrategias y programas que tengan como fin tratar desde raíz los asuntos relacionados con patologías psicológicas y psiquiátricas.
Fundamental llevar a escenarios de formación educativa como escuelas, colegios y universidades un plan de educación emocional porque uno de los primeros retos que debe afrontar la ciudad es dejar de ver los asuntos de salud mental como un estigma o un tema tabú y lograr que con conocimiento científico se aborden de frente esas problemáticas.
En lo asistencial haremos de la labor de vigilancia y control a las EPS una constante frente a la atención de pacientes con enfermedades mentales dado que cada caso que se expone y no se atiende con prontitud es poner en riesgo la vida de la persona que acude precisamente cuando sabe en su interior que la ayuda que busca debe ser prioritaria.
Y finalmente daremos impulso al uso de la tele asistencia como canal de atención las 24 horas los 7 días de la semana por que en muchos casos quien presenta una tentación suicida tiene la necesidad de escuchar una voz neutral que no lo juzgue pero que si le haga ver que “la idea de no querer estar vivo es muy diferente a la idea de quererse matar”.
