Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
El sistema de Congreso bicameral colombiano se divide en la cámara baja (Cámara de Representantes) y Cámara alta (Senado), pero salvo que los primeros responden electoralmente a una circunscripción departamental y los segundos a una circunscripción nacional, entre ellos no se diferencian en nada.
En países similares al nuestro como Chile, México o Argentina, la diferencia entre unos y otros es clara, tanto así, que en esas naciones los periodos de los senadores son significativamente mas altos que la de los Representantes o Diputados (En estos países se le conoce como Diputados a los Representantes).
En la práctica y salvo contadas excepciones, un candidato al Senado de Colombia debe tener una base electoral en su departamento, y el musculo financiero y/o burocrático para obtener los restantes votos en el resto del país. De allí que departamentos pequeños en votación o atomizados políticamente no tengan representación en el Senado.
Caldas, peligrosamente se acerca a engrosar la lista de departamentos sin Senador, pues solo hasta el momento dos nombres han manifestado por voz propia su claro interés, aun cuando ambos tienen enormes retos electorales, advirtiendo con ello un trágico escenario de representación en el Senado.
Resulta fundamental para un departamento contar con votos no solo en la cámara, también en el Senado, pues nuestro sistema premia las mayorías, no solo para empujar proyectos e intereses locales, sino para presionar al ejecutivo por mayor atención. Créanme, con todo y lo que se pueden detestar entre políticos, cuando les toca, se sientan buscando consensos.
Carlos Felipe Mejía representa claramente un sector de la derecha dura, y Mario Castaño el sector más cercano a la derecha del liberalismo. Un departamento en donde un buen porcentaje del electorado se identifica con tendencias de centro, o alternativas e incluso de izquierda, requiere de más opciones, pero además, opciones caldenses.
En 1994 Caldas llego a tener su mayor número de Senadores en un mismo cuatrienio. 6 caldenses claramente interesados y afincados en la política departamental tuvieron credencial en la cámara alta. Víctor Renan Barco, Omar Yepes, Luis Guillermo Giraldo, Guillermo Ocampo, Luis Emilio Sierra y Luis Alfonso Hoyos formaban la bancada de Caldas. Ellos reflejaban no solo un popurrí de ideologías, también de formas de hacer política, diversidad de intereses y la fabulosa mezcla de la provincia caldense y la concepción centrista Manizaleña.
De allí en adelante se mantuvo el promedio anterior a 1994 de participación caldense en el senado, que oscilaba entre cinco y cuatro senadores, siendo cuatro aun una cifra respetable.
Pero en el 2006 se eligen solo 3 senadores del departamento Omar Yepes, Víctor Renan Barco y Adriana Gutiérrez, sin embargo, al año y medio de iniciar el cuatrienio llega Luis Emilio Sierra al Senado logrando permanencia la mayor parte del periodo.
Realmente el quiebre de representación en el Senado llega a partir de 2010, cuya elección deja a Caldas la mayor parte del periodo con tres senadores Jaime Alonso Zuluaga, Mauricio Lizcano y Luis Emilio Sierra. Aunque faltando nueve meses para terminar el cuatrienio recibe la credencial un cuarto senador, Arturo Yepes, quien llega en remplazo de la antioqueña Liliana Rendon.
En 2014 Caldas queda con 3 senadores, Mauricio Lizcano, Luis Emilio Sierra y Carlos Felipe Mejía.
Pero finalmente el 2018 deja a Caldas solo con 2 Senadores, Mario Castaño y Carlos Felipe. Ese año la atomización electoral para Senado fue el mayor indicativo de crisis y atomización política en el departamento, la cual hoy nos ha dejado a un alcalde de Manizales sin entendimiento de lo publico y un Gobernador sin criterio propio.
Ese año fueron muchos los candidatos y actuales senadores que recogieron votos en el departamento. Por el Partido Liberal; Luis Fernando Duque con 5.097 votos, el exsenador solo le dejo a Caldas el puesto nada despreciable de Secretario de Comisión en el Senado a Jorge Laverde.
De la lista Conservadora se fugaron un número muy importante de votos, los más representativos fueron: Samy Merheg con 8.125 votos, Efraín Cepeda con 2.314 votos, David Barguil 2.300 votos y Juan Diego Gómez 1.772 votos, de quienes no se conoce una sola gestión con Gobernador o alcalde alguno.
Por Cambio Radical Rodrigo Lara se llevó 3.543 votos, y de quien jamás se volvió a saber por tierras cafeteras.
Como parte del férreo voto religioso Aydee Lizarazo Cubillos por el MIRA se llevó 11.470 votos, y la lista cerrada de los también cristianos “Colombia justa y libres” se quedo con 4.806 votos, de ellos tal vez solo saben en sus iglesias.
Como caso particular, está el del senador Juan Felipe Lemos del Partido de la U con 23.915 votos, de él y su división con Lizcano hablaremos después.
Por último, y respondiendo a tal vez los únicos tres senadores que tenían vocación nacional en el congreso: Uribe con 16.063 votos; Mockus con 7.804 votos y Jorge Enrique Robledo con 11.483 votos en Caldas. Sobre este último no entiendo aun porque lo catalogan como senador caldense, cuando al departamento solo le ha servido como otrora profesor de arquitectura en la Universidad Nacional de Manizales.
Solo con la anterior sumatoria, Caldas podría regresar a nivel considerables de representación en el Senado, sin sumar los muchos, muchísimos políticos que en campaña al senado sacaron entre 700 y 1000 votos en nuestra tierra.
Caldenses no vamos bien, vamos para atrás, y todo no solo por culpa de los politiqueros, también y en mayor medida por culpa de nosotros los electores, que vendemos el voto o lo transamos a cambio de un puesto, o peor, por el desinterés de elegir gente buena, útil y comprometida con estas montañas.
Twitter: @AlejandroLSFD
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