EDITORIAL
Que se recuerde en la historia de Caldas, nunca gobernante alguno había exteriorizado tanta soberbia como lo ha hecho el actual alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín.
Sus actuaciones habituales en sus consejos de gobierno, ahora los hizo públicos a través de una entrevista en un medio de comunicación escrito, donde lanzó cualquier cantidad de frases desafortunadas e incoherentes. Por ejemplo, “yo veré cuánto le pago a mis funcionarios” olvidando, primero, no son funcionarios de él, si no de la administración municipal; y segundo, la escala salarial no la fija el alcalde, los sueldos y contratos se pagan con dineros del erario y no se su bolsillo.
Quienes con mucha gracias votaron por Carlos Mario para alcalde, destacando en él su juventud y rebeldía, se equivocaron de cabo a rabo. El ser joven no es atributo suficiente para gobernar una ciudad como Manizales. La experiencia, la seriedad, y la buena salud mental son indispensables.
Una persona que está en la actividad política y desconoce sus orígenes, no puede ser confiable, y es el caso de Carlos Mario. Se inició en las juventudes del ahora exsenador Mauricio Lizcano y luego se convirtió en el más feroz enemigo y crítico de los partidos tradicionales. Seguramente esa fue una de sus primeras muestras de incoherencia.
Es inexplicable, entre otras muchas cosas, la costumbre de estos jóvenes mandatarios, de tener super asesores extra-nómina, quienes les hablan al oído, asisten a reuniones de alto nivel, dan órdenes a los funcionarios públicos, y quitan y ponen como en los casos de Espejo y el periodista primo en la alcaldía de Manizales. En la gobernación de Caldas sucede algo parecido con Néstor Eugenio. También la cosa pasa de castaño a Moreno cuando una misma persona tiene varios contratos. Cómo hace para atenderlos presencialmente ?
A propósito del periodista Osorio que resultó ser primo del alcalde Carlos Mario y según el periódico La Patria, labora en la Presidencia de la República, también resultó con otros contratos en Manizales. Como dice Sussos: curiosidadesssss !.
Otro de los pilares de batalla de la campaña de Carlos Mario fue la necesidad imperiosa de derrotar al candidato apoyado por Octavio Cardona, alcalde de la época, para evitar el continuismo y destapar la olla podrida de su administración municipal, porque según ellos, de Manizales solo quedaba el nombre.
Transcurridos más de siete meses del gobierno Carlos Mario, no se conoce la primera denuncia ante los entes de control sobre manejos de la anterior administración municipal, aunque ya pasó el empalme y los nuevos funcionarios ya están empapados de todos los asuntos de la alcaldía. Entonces cuál era la bulla sobre los malos manejos de Octavio ?.
Lo que mal empieza mal acaba dicen por ahí. Todo este proceso de Carlos Mario para llegar a la alcaldía empezó con campaña desleal con los otros aspirantes del partido verde a la candidatura oficial para la alcaldía de Manizales, lo que originó que personas tan valiosas como Alejandro Vallejo se hicieran a un lado.
Carlos Mario piensa que está manejando una finca de su propiedad. Ser alcalde de Manizales se había convertido en una obsesión para él, y las obsesiones requieren atención psiquiátrica.
Pensilvania, 09 agosto 2020.
