Opinion

Teen Quarantine

Por: María Antonia Guevara Giraldo – 14 años – Estudiante de 9º grado Colegio Redentoristas Manizales.

La cuarentena ha sido un tiempo muy complicado para todo el mundo, están en boca de todos los diversos métodos de educación, reactivación económica, y demás alternativas empleadas para continuar con el correcto funcionamiento de la sociedad, cada individuo tiene una opinión al respecto y la que expondré a continuación es la mía, opinión con la cual muchos jóvenes podrán estar de acuerdo y con la que muchos otros podrán diferir. Esto es lo interesante de los artículos de opinión, pues hay diversos puntos de vista a tomar en cuenta para ver una sola realidad general.

Una vez hecha esta introducción, un tanto técnica pero necesaria a mi parecer, procederé a contarles cómo ha sido mi experiencia con la cuarentena y las clases virtuales. Durante este tiempo, he vivido y evidenciado muchas etapas, al inicio todo se caracterizó por la incertidumbre, la preocupación a medias e inclusive la indiferencia. Recuerdo un domingo en el que hablaba con mis amigos por chat, uno de ellos nos contó algo sobre la llegada de un virus y bueno, no hicimos mucho caso. Lo que hacía falta para llamar nuestra atención era la gran noticia de que al día siguiente no habría clase por seguridad. “Mínimo una semana sin clases, me llaman a diario ¿No?” con esa frase, y sin darme cuenta, establecí una norma para más tiempo del que habíamos considerado. Comienzan las clases virtuales, la confusión reina, estamos a la expectativa de qué van a hacer para educarnos ahora. Empezamos a estresarnos por el cambio tan brusco, debo seguir levantándome a estudiar, pero desde la sala y por medio de mi computador, debo enviar trabajos por plataformas nuevas y tengo horarios muy diferentes, que se acabe rápido.  Descubrimos el maravilloso mundo del trabajo en equipo, de trabajar porque sabemos que debemos hacerlo y queremos aprender y no porque si el profesor recoge cuaderno, me gano un problema. Hemos aprendido a tener paciencia (en mi caso de 2 semanas) para ver un nuevo cambio en el sistema, hemos aprendido que podemos notar mejoras si ponemos de nuestra parte y valoramos el esfuerzo de los profesores. Últimamente hemos extrañado la convivencia que nos permitía tener el colegio, nuestros círculos sociales sean visto muy reducidos, y por lo menos yo, he podido darme cuenta de quienes son las personas realmente cercanas a mí, aquellas que buscan la manera de mantener la cercanía (psicológica, al menos) durante los problemas.

Para concluir, quiero agradecerles por leer hasta el final e invitarlos a reflexionar con esta situación, a valorar más los pequeños momentos y detalles que suelen pasar desapercibidos, agradecer el esfuerzo que hacen las personas desde sus oficios para permitir que la sociedad siga adelante y a no volver a la normalidad, sino pensar en cambiar para mejor

Manizales, junio 8 de 2020.

@maria_guevara.g

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