Opinion

Teen Quarantine

Por: María Antonia Guevara Giraldo – 14 años – Estudiante de 9º grado Colegio Redentoristas Manizales.

¡Hola de nuevo! Bienvenido a esta edición de teen quarantine. El día de hoy quiero hablarles sobre las mascotas, aprovechando que mi gata está durmiendo en mis piernas mientras se recupera de la esterilización.

Las mascotas generalmente llegan a nuestras vidas en el momento justo, sea o no nuestra idea. Vienen para llenarnos de amor y compañía cuando más lo necesitamos, y es nuestra responsabilidad corresponder todo su afecto con los cuidados correspondientes.

Estos seres que muchas personas consideran simples animales son para otras un miembro más de la familia, e incluso, El Niño o la niña de la casa. Hay quienes están en contra de consentir en exceso a las mascotas, llamando a esta conducta «Humanizarlos». Quizás tengan razón, normalmente un gato no dormiría en la cama ni un perro comería helado o celebraría su cumpleaños, pero a mi parecer, esto no le hace daño a nadie; al contrario, es una manera de brindar felicidad a dueños y animales. Si bien puede resultar incómodo para algunos humanos ver estas conductas excesivamente consentidoras con las mascotas, considero que no se puede decidir sobre la vida de otra persona, cada uno es libre de cuidar como quiera de su compañero mientras vele por su bienestar.

Sea como sea, el amor que se siente hacia los animales domésticos suele ser enorme, llegando al punto de verlos como hijos. Cuando estos mueren, muchos dueños necesitan incluso asistencia psicológica para superar su pérdida. Actualmente, la sociedad está bastante consciente de que ellos sienten igual que nosotros, y ha desarrollado una simpatía especial por ellos, así como también han surgido diversas organizaciones encargadas de hacer respetar sus derechos e integridad.

Por supuesto, las “molestias” no son en vano, pues está demostrado que las mascotas pueden disminuir el estrés, mejorar la salud del corazón e, incluso, ayudar a los niños con sus habilidades emocionales y sociales. Muchas parejas jóvenes incluso prefieren adoptar mascotas en lugar de tener hijos, quizás porque no está en sus planes criar un niño humano o no están preparados.

Las mascotas son sin duda una parte esencial en la vida de sus dueños, son su compañía, una enorme fuente de cariño y fidelidad, y, sobre todo, su responsabilidad. La decisión de tener un animal en casa no debe ser tomada a la ligera, hay que tener en cuenta que son seres vivos que requieren de cuidado y atención, y no un simple juguete que puede regalarse por navidad y olvidarse una semana después. Si consideramos que no estamos en condiciones de tener a nuestro nuevo amigo de una manera adecuada durante alrededor de 17 años, es mejor no abrirle las puertas de nuestro hogar.

Para concluir, quiero recordarles que siempre es mejor adoptar que comprar, pues se evita la explotación de animales para generar crías y se ayuda a uno que realmente necesita de nuestra solidaridad.

¡Muchas Gracias por leer hasta el final!

Puedes encontrarme en Instagram como @maria_guevara.g

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