Opinion

EL EJEMPLO

Por: Hernando Arango Monedero, empresario, ingeniero y abogado. Se desempeñó como Representante a la Cámara, Alcalde de Manizales y Director General del SENA.

El país acaba de presenciar el peor ejemplo del que tengamos noticia. Este supera en mucho lo que nos ha tocado vivir con los episodios de corrupción. Sobrepasa lo que nos han dado a conocer sobre la compra venta de votos. La dimensión de este no iguala los peores crímenes de que hemos tenido noticia. Y lo peor: El país nacional callado. Si, callado.

Los colombianos no alcanzamos a dimensionar lo que los integrantes de la Corte Suprema de Justicia han hecho. Sí, la Corte, o lo que queda de ella. Allí se han violado todos los principios éticos, los principios del Derecho y transgredido las más sagradas normas de nuestra Constitución. En una palabra, sus integrantes han arrasado con la Justicia, con su dignidad, con el arte de la hermenéutica o interpretación de textos.

Y es que la interpretación es dable cuando el texto de la norma lo permite; cuando el texto no es claro; cuando el mandamiento no es taxativo. Y aquí, en el caso de lo habido en la Corte Suprema, de un día para otro se resolvió por vía de interpretación lo que hasta ese día no había sido posible, cuando de haberse hecho, se habrían atendido todas las normas establecidas para los fines que se buscaban, pues se contaba en el entonces con el quorum establecido por la Constitución para tales menesteres.

Con esos procederes, los magistrados le han dado un rastrero golpe al Ordenamiento Jurídico del país. ¿Que podremos esperar mañana de gentes como estas que, a su modo y amaño, y violando la Constitución misma, se auto definen lo suficientemente poderosos para pasar por sobre las normas fundamentales de la Nación? ¿Podremos esperar respeto por lo establecido en la Carta y que sus determinaciones no nos ofendan en materia grave, personal o colectivamente?

Lo que acabamos de presenciar es, a más de un pésimo ejemplo en todos los órdenes, la demostración más clara y palmaria de que la formación en las Facultades de Derecho ha llegado a límites insostenibles. Los principios rectores de la Ética, el respeto por la profesión y lo que ella engendra, ya no tienen sentido alguno, ni para docentes ni para alumnos. Ésta tremenda falla la tenemos en este ejemplo de manera incuestionable, cuando los guardianes de nuestras más sagradas disposiciones para el orden social se atreven, sin vergüenza alguna, a realizar tamaña tropelía contra la Constitución misma de la nación.
Este es el momento para que el país reaccione, para que el país se levante y mediante actos como un referendo, releve a estos sujetos que han deshonrado la magistratura y la dignidad que en sus manos se encomendó. Aquí no cabe disculpa. No! Aquí se supone que quienes han llegado a esta dignidad tienen la formación adecuada y la responsabilidad debida exigida por tan alto cargo, y éstos han faltado a ello.

Sí! Es imperioso un referendo que releve a quienes desde la Corte Suprema de Justicia han ofendido a Colombia entera. No bastará con un Decreto de Emergencia para reconfirmar a quienes ahora de afán han sido designados. No! se requiere relevar a quienes con tal dosis de indignidad y de falta de Ética han profanado su profesión y violentado nuestro ordenamiento social.

REFERENDUM, POR UNA RENOVADA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, ES LO CONDUCENTE.

Manizales, marzo de 2020.

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