Por: José Oscar González Hernández – Exalcalde de Pensilvania, exdiputado a la asamblea de Caldas, ex personero de Manizales.
21 febrero 2019
Debido a los avances de la tecnología en el mundo hay un poco de ocupaciones que están pasando a mejor vida y entre ellas podemos contar la crisis económica que se han llevado los medios escritos, pero donde es más dramática la situación es en los periódicos regionales.
Debido a los avances en las tecnologías hoy la información es inmediata. Más se demora de ocurrir un acontecimiento, que éste ser reseñado en las redes sociales y por otros medios digitales para informarle no sólo a sus afiliados, sino a todo el mundo que sintonice dicho canal.
Ya sabemos de todas las dificultades que hoy en día enfrentan las redes sociales; su uso sin control, unas veces desbocadas y en donde se plasma todo el odio y el rencor que una persona pueda destilar sobre el hecho publicado. Por su inmediatez y por su libertad de información es una bendición; pero todo esto enfrenta dos problemas que dicha información en la mente de las personas no va a estar sino un instante, porque al momento llegará otro cúmulo de información, que lo dicho hace un momento ya es pasado y no nos interesa, sino el ahora. La otra dificultad con la información por las redes se trata que ella no perdura, porque almacenarla es muy difícil y a la gran mayoría del público sólo le interesa el momento vivido y punto.
Toda esta competencia, no sé si leal o desleal, a los medios impresos de provincia, a muchos de ellos los ha llevado a pasar muchas dificultades económicas y hasta la bancarrota.
Pensando en los medios o prensa regional escrita, ella, nos cuenta los sucesos de su entorno y además protege a la sociedad de la corrupción y nos orienta sobre los intereses comunitarios. Fuera de la amenaza de los violentos y corruptos, la prensa regional tiene que sobrevivir de toda la avalancha de medios digitales. Viene ahora la gran pregunta: ¿Qué hacer?
El primer reto que deben superar es el económico. Deben buscar unas fuentes de financiación con entidades del sector para que los apoyen en hacer la reconvención tecnológica necesaria para que puedan dar la batalla frente a las contingencias del momento. Seguidamente acercar a sus lectores con los medios digitales de moda, pero sin dejar el diario escrito. Sobra decir que su papel del diario dentro de la sociedad en donde tiene influencia es hacer un acompañamiento al comportamiento social y canalizar las inquietudes de la sociedad. Estos retos tecnológicos hay que asumirlos con mucha imaginación y saber y entender lo que quiere y le gusta al consumidor de hoy.
En el año de 1978 leí en el “Shock del Futuro” de Alvin Toffler nos decía: “si la automatización continúa a este ritmo tan desenfrenado, en unos años sólo necesitaremos los dedos manos para espichar botones”. Eso lo previeron y es lo que estamos viviendo.
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