Por: José Oscar González Hernández – Ex diputado, ex personero de Manizales, ex alcalde de Pensilvania.
13 abril 2018.
Nuestro mundo cada día está más patas arriba. Volvemos a hablar de la crudeza de la guerra en Siria y la última arremetida contra la población civil y los rebeldes de un ataque con bombas químicas. Todos los países del mundo reaccionaron con excepción de Rusia, que no solo apoya a el Presidente de Siria, sino que parece que es el responsable de los ataques. Hemos escuchado la indignación del señor Secretario General de la Onu, António Guterres, pero de ahí a tomar medidas, nada de nada.
Con los hechos que se han presentado en el mundo de jurisdicción de la Onu, y los que se han presentado en América de la órbita de la OEA, muchos nos preguntamos que es la utilidad de dichos organismos multilaterales que fueron creados precisamente para evitar las confrontaciones armadas de los países. O será como pregunta un ciudadano del común, es que esas normas e instituciones las crearon para sancionar a los países pequeños y pobres?.
Caso idéntico ocurre con nuestra OEA. Recordemos que hace unos meses el señor Secretario de dicha organización citó a la organización para activar la “Carta Democrática”, que es una institución dentro de la OEA para estudiar cuando en un país miembro hay rupturas en el desarrollo de la democracia, como ocurre en Venezuela y fuera de las declaraciones de amigos y enemigos de Maduro, todo se quedó en veremos.
Estas organizaciones se han convertido en clubes de amigos en donde no se toman las resoluciones que el momento pide; allí sólo se hacen llamados a la concordia, al espíritu solidario y mientras tanto en Siria matan víctimas inocentes de la guerra, especialmente niños y en Venezuela mueren no sólo niños sino que están amenazados todos los ciudadanos, incluyendo a los amigos del Presidente.
Que tristeza que estas organizaciones desechen el cumplimiento del deber, porque allí se distorsiona la idea inicial, que es preservar la paz en todos los estados miembros, tanto a nivel mundial como a nivel americano.
Será que un día, ojalá no muy lejano, alguien reestructure estos organismos multilaterales y los cambie para provecho de los ciudadanos del mundo? Amanecerá y veremos.