El panorama hasta el momento es así: Por un lado, Lizcano y Carlos Mario, el alcalde de Manizales, tienen una complicada relación política que pretenden sostener hasta octubre del próximo año, fecha en la cual serán las próximas elecciones locales; en el otro lado, el resto de estructuras políticas que están esperando el momento en el que “salta la liebre” para tejer los mejores acuerdos posibles.
Sin embargo, a un año de las elecciones todo puede pasar, y cualquier actor que salte al ruedo, tiene tantas posibilidades como el más poderoso barón electoral, lo anterior por cuenta del todo poderoso mundo de las redes sociales y la ausencia de liderazgos marcados en el departamento.
Para explicar lo anterior; Las redes sociales para bien o para mal, son un factor determinante al momento de ganar elecciones, y son tan maleables que pueden entronar al más torpe de los individuos, o destruir al más preparado de los candidatos.
Un rumor de Facebook, una tendencia en Twitter, resultan ser decisivos al momento de inclinar la balanza electoral, y allí jugarán un papel clave los influenciadores y conocedores de las redes, los cuales hoy ven como incrementan su posición.
Lo anterior se profundiza por cuenta de la debilidad y fragilidad de los liderazgos, para el caso de Caldas, no existe hoy ninguna estructura con la solvencia electoral o la posición política dominante, capaz de sostener por si solos la ventaja electoral en el juego por el poder.
Hasta hace algunos años era claro el papel de partidos como el Liberal, Centro Democrático La U, o incluso el mismo conservador, ellos en algún momento dominaban la escena política, y era absolutamente marcado y hasta predecible su posibilidad de sostener o disputar el poder regional y local, sin embargo hoy ninguna estructura electoral está en la posición de desconocer la importancia que podría tener cualquier concejal del pueblo más pequeño en el juego por tejer acuerdos de cara al triunfo electoral.
A un año de las elecciones, y salvo los compromisos ya de tiempo atrás tejidos, y como en política, tan firmes como una gelatina, ninguna persona con algo de franqueza podría comprometerse a jugar con cualquiera de las opciones electorales que tal vez prematuramente salen a la palestra pública.
Pues en este punto, el río esta tan revuelto que como pocas veces pasa, no hay mejor momento para ser candidato que el que estamos viviendo.
Hoy cualquiera puede estar en la posición de ponerse al nivel del más altivo cacique político en Caldas, hoy como espectadores y desde la tribuna, podremos ver con suficiente calma el desespero de los que tienen todo por perder, y los errores de los que creen que tienen todo por ganar, pues seguimos en el tiempo de que por más pequeño que se sienta a nivel político, ninguno de los actores puede ser despreciado, lo del próximo año será un cabeza a cabeza en el que cualquiera hará la diferencia.
* Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
Twitter: @AlejandroLSxFD
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