Opinion

LOS TRAGASAPOS

EDITORIAL

Leyendo un comentario hecho hace algún tiempo por el Presidente de la República afirmando que en política toca tragarse muchos sapos, misma expresión que con cierta frecuencia se les escucha a otros mandatarios para significar con ello que se ven obligados a hacer cosas que no quieren o con las que no están de acuerdo.

Esa es la salida más fácil que tienen esos mandatarios para justificar muchas de sus actuaciones especialmente en lo que a nombramientos se refiere, creyendo que con semejante excusa quedan bien ante la opinión pública.

Nada más lejano de la realidad. El mandatario que utiliza esta excusa simplemente deja en evidencia su mediocridad y cobardía para tomar decisiones y asumir posiciones.

Son gobernantes de carácter débil quienes se dejan presionar e intimidar. Son simples ídolos de barro cuyo mandato pasará con más pena que gloria.

Esos tragasapos no tienen proyecto ni futuro político porque pelan el cobre y se dejan conocer el lado flaco. Son los típicos acomodados que quieren quedar bien con todos especialmente con los que tienen algo de poder y como todo cobarde, solo se ensañan con los más débiles.

Son peleles, simples veletas que giran con el viento. Remedo de dirigentes, títeres de aventajados politiqueros quienes serán los primeros en darles la espalda cuando caigan en desgracia. Carecen de coherencia ideológica, no se deciden, juegan con todos.

Es característico de estos pusilánimes para tapar su poquedad, su gusto excesivo por los medios de comunicación y las redes sociales donde hacen presencia permanentemente magnificando lo poco que hacen. Son posudos y pasan largas horas seleccionando las fotos que publicarán sus oficinas de comunicaciones.

Lo más triste es que en Colombia pululan estos personajillos, por ello una sociedad con dirigentes como esos no puede ser posible.

Pensilvania, 11 abril 2021.

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