Por: El Tábano.
La semana pasada, los dos candidatos opcionados para ganar la gobernación de Caldas, se vieron precisados a asistir a sendos actos que más de políticos, tenían ribetes circenses.
Camilo Gaviria convocó a rueda de prensa para recibir la adhesión de Tarcisio Mora, un sindicalista que ninguna importancia tiene en este momento en Colombia y en Caldas, si acaso tres o cuatro mamertos recuerdan de él. No puede votar en nuestro departamento, no tiene seguidores, no tiene organización política. Entonces de qué sirve esta adhesión. Eso fue una verdadera bobada.
Igualmente, recibió la adhesión el candidato Gaviria del Partido Político cuyo logo-símbolo es un león, denominado Colombia Justa Libre. Uno de los cientos de grupos evangélicos político – religiosos existentes en el país, cuyo peso electoral en Caldas fue de 4.806 votos en marzo de 2018, y que no tiene dos años de fundado (los cumplirá el próximo 11 de diciembre). Nada relevante porque además tienen más dirigentes que seguidores.
Por el otro lado, Luis Carlos Velásquez recibió la insignia de la Orden de La Paz que le concedió el Patronato de la Fundación Orden de La Paz de Málaga España, a través de su embajador, Diego María Arias Agudelo. Ese Patronato qué es ? Quién sabe o conoce de qué se trata ? Si Luis Carlos no fuera candidato también le hubiese sido otorgada ? Electoralmente qué le representa ? Esta es otra de los millones de fundaciones que existen en el mundo y que nadie sabe a qué se dedican ni de qué tratan. Tampoco tiene dos años de creada.
Estos son dos ejemplos de los ridículos y perdedera de tiempo a la que son sometidos los diferentes candidatos quienes, en su afán de congraciarse con todo el mundo, asisten a cuanta bobada los invitan.
Otra perdedera de tiempo son los foros, conversatorios, generalmente con auditorios casi vacíos; y ahora, otra bobada que se inventaron, la firma de pactos. Los primeros son puro bla bla bla, y los segundos letra muerta. Ese es tiempo precioso que los candidatos pierden para estar recorriendo la geografía departamental y consiguiendo adeptos.
Esta debe ser una de las grandes frustraciones de los candidatos: el no poder rechazar tantas invitaciones en las que no se sienten cómodos y están seguros que son perdedera de tiempo; y si a eso le agregamos las citas y entrevistas con ciertos personajes, el aspirante a gobernante termina mamado y desgastado.
Desafortunadamente estos candidatos no tienen la personalidad y criterio suficientes para depurar los eventos y los actos a que asistirán. Se dejan imponer las agendas y marchan como robots sin saber a dónde van.
Bogotá, 18 de septiembre del 2019.