Por: José Oscar González Hernández – Abogado, expersonero de Manizales, exdiputado de Caldas, exalcalde de Pensilvania –
Esta semana ha habido mucha euforia en varias candidaturas presidenciales y caras largas en otras. La razón es que varias firmas encuestadoras publicaron el resultado de los sondeos y como siempre ocurre, unos encabezan el pelotón y otros ya van apareciendo muy rezagados.
Capítulo aparte merece los sabios que los distintos medios llevan para explicar las encuestas. Comienzan diciéndonos porque razón el que va a de primera está ahí, si para nosotros la razón es muy sencilla, porque los encuestados contestaron mayoritariamente que si por él. Todo lo que ocurre en torno a las encuestas, lo más importante es que los punteros se logren consolidar en cada sondeo que se haga.
La pregunta del millón se refiere es si es bueno encabezar encuestas. Por la historia reciente electoral del país, esto no es bueno. En materia de encuestas ya nos hemos llevado muchas sorpresas. La primera la encontramos cuando el plebiscito por el SI o el NO. Ningún despistado encuestador osó siquiera darle un mínimo margen de ganancia al NO. Los impulsadores del No tampoco tenían en sus cálculos que irían a ganar y la vida o el azar los puso manos arriba sin saber que hacer. Nos vamos más atrás para mirar el comportamiento de las encuestas en el mundo y miremos como se despistaron con la elección del presidente de los Estados Unidos y con el de Francia. Como lo vemos el tema de las encuestas hay que mirarlas de soslayo y no ensillar según el resultado.
Para reiterar lo dicho recordemos hace ocho años que el candidato Antanas Mockus antes de la primera vuelta adelantaba por varios puntos a su contrincante Juan Manuel Santos y en todas partes veíamos hechizados la estrella verde más refulgente que todos los días y vino el resultado de las elecciones en donde el candidato Santos dobló a su contrincante.
Estas primeras mediciones son unas primarias porque para presidencia de la república mucha agua deberá pasar por debajo el puente y eso que falta aún que nos amenacen con el castrochavismo de un lado y las indecisiones por el otro y comiencen a subir los de las otras coaliciones, porque el partido conservador ni el partido de la U han dicho a quien van a apoyar.