Por: José Oscar González Hernández – Abogado, expersonero de Manizales, exdiputado de Caldas, exalcalde de Pensilvania –
Ahora que ya están calentando motores las campañas para la presidencia de la República y sobre las promesas de los candidatos voy a recordar una promesa hecha por el presidente Santos en campaña, a todos los pensionados de Colombia. En todo el fragor de la campaña ya en segunda vuelta, nos ofreció a todos los pensionados del país que los aportes para la salud de la mesada se irían a rebajar, como una retribución a la labor desarrollada por todos los pensionados a lo largo de su carrera productiva. Lo dijo en una forma tan convincente, clara, decidido y sin un asomo de duda, que yo, me disponía a votar por el otro candidato, cambié de parecer y me atreví a hacer un altavoz con mis amigos de dicha promesa, para que ese impuesto regresivo pasara a mejor vida.
El Ministro de la época, Rafael Pardo dijo que eso era una promesa presidencial, no del candidato, y que de inmediato buscaría los recursos necesarios para que eso se diera. Lástima grande que votamos y el doctor Pardo no volvió a hablar del tema. Pero nosotros, los pensionados de Colombia, le cumplimos al señor Presidente.
Con el paso del tiempo el señor Garzón, sindicalista, apareció diciendo unas disculpas, pero del tema nada. Por la enjundia de unos senadores de varios partidos impulsaron el proyecto de ley en el congreso y lograron su aprobación.
Aparece el Señor Ministro Cárdenas de Hacienda y dando disculpas de toda clase se opuso a que dicha iniciativa se siguiera discutiendo. Como era de esperarse, el presidente de la república objetó el proyecto y el Congreso por mayoría negó las objeciones y hoy el proyecto hace fila en la Corte Constitucional para que dicha Corporación se pronuncie quien tiene la razón.
El columnista Augusto Trujillo Muñoz en el Espectador (Feb 2-18) nos dice lo siguiente: “El gobierno le dio la espalda al Estado Social de Derecho. Alegó razones presupuestales, pero se abstuvo de decir que las contribuciones parafiscales –y aquellos aportes lo son- no forman parte del Presupuesto Nacional”.
Ahí nos queda eses recuerdo, para que escuchemos más promesas presidenciales y que de pronto esas si las cumplan. Recordar es vivir.
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