EDITORIAL
Las Asambleas Departamentales son organos de representación popular creadas en el artículo 299 de la Constitucion Nacional cuyas funciones están contempladas en el artículo 300 de la misma Carta Magna.
Entre sus principales funciones con respecto al departamento están las de ejercer control politico a la Administración; solicitar informes a secretarios de despacho, contralor, gerentes y directores de institutos descentralizados; aprobar el Plan de Desarrollo del cuatrienio; adoptar políticas públicas; establecer tributos y contribuciones; expedir el presupuesto anual de rentas y gastos; determinar la estructura de la gobernación; crear establecimietos públicos y empresas industriales o comerciales; autorizar la formación de sociedades de economía mixta; facultar al gobernador para la celebración de contratos, negociar empréstitos, enajenar bienes y ejercer, pro tempore, funciones correspondientes a las asambleas departamentales; entre otras.
Sin embargo, estas corporaciones no gozan de mucha credibilidad e importancia ante la opinión pública lo que se ve reflejado en los procesos electorales cuando obtienen menor número de votos frente a las otras autoridades territoriales, el congreso y el presidente de la república.
Seguramente el pobre desempeño de muchas Asambleas departamentales, el desconocimiento de sus funciones y la falta de representación de todas las regiones, hacen que ocupen un lugar secundario en el andamiaje democrático.
En algunas épocas se ha hablado de la desaparición de estas corporaciones y ser reemplazadas por un Consejo o Junta de alcaldes para tener participación de todas las regiones de los departamentos y conocimiento más cercano del territorio, sus necesidades y proyectos.
Consultadas algunas fuentes sobre la necesidad de eliminar o reducir el tamaño de las Asambleas, encontramos como principales argumentos los siguientes: 1º El costo para las finanzas departamentales es muy significativo, máxime cuando los ingresos de los departamentos se han venido reduciendo; 2º Las funciones se han disminuido porque la autonomía municipal se ha fortalecido y se crearon las Regiones Administrativas y de Planificación Especial (RAPE); 3º No representan a todas las regiones del departamento porque la capital y los municipios con mayor población eligen la mayoría de diputados; 4º Se han convertido en factor de presión burocrática y clientelista en muchos departamentos condicionando la aprobación de ordenanzas y planes de desarrollo a la repartición de puestos; y 5º En muchos casos eligen contralor general del departamento y lo convierten en un instrumento para presionar al gobernador y conseguir beneficios.
Para acercar las Asambleas a las comunidades, se han implementado las sesiones descentralizadas en diferentes municipios, lo que para muchos, no significa aporte alguno a estos entes territoriales. Sirven para que los honorables diputados salgan a pasear, se echen discursos sobredimensionando cualquier acto, entreguen reconocimientos, reciban atenciones y agasajos, y si llegan la noche anterior, se les organice la respectiva rumba.
Las intervenciones de los diputados en los municipios se han convertido en lugares comunes, siempre dicen que los habitantes de la región donde se encuentran pueden contar con ellos, que son sus voceros ante el gobierno departamental y dan el número de celular sabiendo que raramente contestarán.
Y cuánto vale el desplazamiento de la Asamblea a un municipio para realizar una de sus sesiones descentralizadas ? Son varias decenas de millones de pesos, más viáticos de funcionarios, logística, alimentación, transportes, carpa, tarima y sonido. La relación costo – beneficio no justifica.
Cuál municipio puede mostrar alguna obra o gestión efectiva, fuera de las ordenanzas de reconocimientos y vinculaciones a efemérides, que haya quedado de una sesión descentralizada de la Asamblea ?
Y si vamos al desempeño de los diputados, encontramos mucha pobreza en la mayoría de los casos. Muchos solo están por ganarse los jugosos emolumentos, no se preparan ni estudian para sus intervenciones y solo van a calentar silla como se dice popularmente.
En todo caso, aunque existe la necesidad de reformar las Asambleas, de concientizar a los diputados para que ejerzan a plenitud sus funciones, y de aplicar austeridad en el gasto, la existencia de estas corporaciones de elección popular en los entes departamentales es importante para la democracia.
Manizales, febrero 15 de 2025.
