Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.
La dinámica de la vida es muy bella. Como dicen los campesinos:” cada día trae su afán “. El hoy señor presidente se dedicó a lo largo de su carrera parlamentaria a armar debates contra la clase dirigente de nuestro país y el resultado final merecía un deslucido titular en los medios de comunicación, pero de ahí no pasaba.
Hoy tenemos que decirle a la justicia norteamericana, gracias, por todo lo que hace por estas repúblicas bananas, como ellos nos llaman, ya que al convertirse en el policía del mundo se da el lujo de poner en cintura a todos los corruptos y malandrines que pululan en América Latina.
Sentimos un frescor cuando en comunicado de prensa nos dicen que “Corficolombiana” la financiera del grupo Aval, ha logrado un acuerdo con la justicia norteamericana para que debido a los sobornos de la empresa Odebrecht, y pagados por Corficolombiana incurrieron en delitos a los ojos de los Norte Americanos.
La lectura de dicho acuerdo para nosotros que somos legos se nos hace un poquito difícil. Pero lo que, si entendimos sin ayuda de expertos, ni de nadie que quisiera dar explicaciones pendejas a lo sucedido realmente, nos dicen que pagaron 80 millones de dólares para no ser enjuiciados.
Inmediatamente después de este anuncio vinieron las explicaciones que nadie estaba pidiendo y hablaron los señores de Aval, los de Corficolombiana y hasta el culpable de todo esto el señor director José Elías Melo, para bajo su óptica, justificar y decir que él es inocente.
Mi pregunta es qué pensará la izquierda recalcitrante de este país, en donde para hacer justicia en uno de los más sonados casos de soborno nos tenemos que contentar con lo que hagan los gringos.
Ahora las pesquisas están buscando el nombre de tres personajes nombrados en el acuerdo: El uno, el dos y el tres. Este tres ha levantado todas las suspicacias del momento porque su accionar lo ubican en los años de 2010 al 2018, es decir en todo el mandato del presidente Santos y muchos se han atrevido a sugerir que ese funcionario puede ser el presidente, porque el soborno fue de más de 4 millones de dólares a una sola persona; debía tener todo el poder decisorio sobre la obra para un soborno tan grande.
Ya vemos que, en esta vida, como Latinoamericanos nos tocó bailar con la más fea, pero a pesar de todo nos sacan a bailar de seguido. Ojalá sigan destapando entuertos para seguir alegrándonos.
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