No hay equivocación más grave para la humanidad que aquella, producto de la torpeza, la idiotez y la estupidez; el acuerdo realizado por el alcalde de Manizales con el Pseudo Estado de Liberland, era absolutamente necesario para la ciudad, pues dejo en evidencia lo que con tanta insistencia se repetía sobre la actual administración.
Desde corruptos, hasta asesinos y genocidas, la humanidad ha perdonado todo, incluso demostrando los peores vejámenes, en algunas ocasiones reductos de fanáticos seguidores alaban a los más sádicos asesinos, pero nunca los legados son dejados por idiotas y mucho menos por estúpidos.
Ya Alejando Samper nos recuerda en su columna titulada “La estupidez del alcalde” publicada en el diario “La Patria”, el significado y la contundencia de las acciones de Carlos Mario Marín, otorgando sin discusión el calificativo de estúpido a tan histriónico funcionario.
Adriana Villegas también en «La Patria» recoge la vergüenza de las acciones de un alcalde en su columna “La Pena de Liberland”, dejando constancia de su tristeza por la penosa administración que el “Partido Verde” ha tenido sobre la ciudad.
Carlos Mario, el alcalde de Manizales, se deslumbró y cegó por el brillo del oro, llego a una envidiable posición administrativa como lo es la de llevar las riendas de la capital caldense, para así tirar por la borda, no solo su futuro, sino el discurso de jóvenes y progresistas que siempre serán comparados con el inepto burgomaestre.
Los hechos y la historia han demostrado, en el caso de los políticos, que a un corrupto se le puede perdonar, se le puede rencauchar e incluso olvidar sus acciones, pero jamás a uno estúpido o idiota, ese tendrá el castigo del ostracismo y de la vergüenza ajena, de seguro, para el caso de Carlos Mario, sus aliados solo llegaran hasta la ley de garantías, cuando traten de exprimir todo el provecho de la basta alcaldía, para dejar solo y olvidado al precario funcionario.
Lo de Liberland tenía que pasar, era necesario que pasara; Evidencias de corrupción y negligencia abundaban, pero como suele pasar en nuestro país, no eran suficientes para condenar a los culpables, un puñado de ciudadanos gritaba y clamaba por atención ante el despilfarro y la cleptocracia que rodea la administración, sin embargo, el poder de las relaciones menguaba los gritos desesperados de quienes denunciaban.
Pero la estupidez está despertando a la altiva y orgullosa Manizales, que ve como su imagen en medios nacionales e internacionales, queda en el suelo por cuenta de su burgomaestre, pues el ejemplo que Carlos Mario está dejando no solo pone en entredicho la inteligencia del Manizaleño, sino que lo deja en el más profundo ridículo mundial.
Eso sí que duele, pues que se roben la ciudad, no importa, eso es propio de los políticos, dirán algunos; pero el que nos vean como idiotas y torpes, eso cambio el algoritmo, eso sí que duele, sobre todo, para una ciudad que solía despertar envidia entre extraños, y orgullo en los propios.
Carlos Mario está uniendo a los que de seguro jamás se unirían, pues la consigna es arrebatarle el poder a una familia, que, en cabeza del alcalde, destroza las finanzas, la historia y el orgullo del Manizaleño.
De no ser así, de permitir que el legado de Carlos Mario continúe en las próximas elecciones, quedara demostrado, que su victoria en las urnas hace tres años, no fue producto de la habilidad y el reflejo del Espejo que tenía a su lado, sino de la ingenuidad y la ignorancia de los Manizaleños.
Adenda: A un año de elecciones abundan los candidatos para Manizales, mucho de ellos personas probadas en la administración pública y el trabajo social, Miguel Trujillo ex Gerente de Bios y exsecretario en el Gabinete de Guido Echeverry, Jazmín Agudelo Ex defensora del Pueblo en Caldas, Carlos Buriticá Gerente de Colpensiones Caldas, Jorge Betancur ex concejal de Manizales, Cristian Pérez actual concejal de Manizales, Marcelo Mejía Ex gerente de Inficaldas y hombre con amplia experiencia en altos cargos de Bogotá, y el ex alcalde de Manizales Jorge Eduardo Rojas, quien al parecer ya cuenta con algo de ventaja.
A un año de elecciones faltarán muchos por aparecer y otros por desistir, pero en este caso, si hay de donde escoger.
* Por: Alejandro Loaiza Salazar – Enlace Congreso de la República. Oriundo de Samaná, con estudios en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
Twitter: @AlejandroLSFD
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