Opinion

Somos de derecha o de izquierda, el Centro es de los tibios *

Día a día el debate político viene abandonando cada vez más su esencia, estamos olvidando que nuestra visión de sociedad es en sí misma un querer, más no una verdad; en este sentido para propiciar ese orden social que queremos acorde a nuestras vidas o en la búsqueda del ambiente apropiado para ver crecer los hijos, es necesario que nos preparemos para dar esta sana discusión, exponiendo sin temor nuestros pensamientos en los diferentes escenarios que la democracia permita; para esto debemos comenzar por el conocimiento de los postulados de un pensamiento de derecha o de izquierda; lo anterior contribuirá en gran medida a evitar las confrontaciones personales sin sentido, confrontaciones que terminan atacado la persona  desde los atriles públicos,  hasta en los propios comedores de nuestros hogares; en otras palabras, lo mejor es prepararnos para el debate discerniendo, sustentando y comprendiendo el espectro político, como insumo fundamental para tomar posturas responsables.

Lo primero que debemos comprender es que el antagonismo ideológico no puede convertir un debate entre buenos y malos, es sencillamente una discusión compuesta por un sin número de subjetividades representadas en sueños, quereres e ideales, que en conjunto determinan un pensamiento ideológico enmarcado en dos doctrinas como lo es el conservadurismo,  pilar de una filosofía de derecha; o el liberalismo columna vertebral de un concepto de izquierda.

Si buscáramos a través del debate electoral el voto por convicción del ciudadano, el discurso de todo candidato debería estar basado en propuestas que permitan identificar con claridad la identidad política, propuestas que estarían clasificadas en una doctrina de derecha o de izquierda.

En el escenario político viene haciendo carrera el llamado Centro, que en la práctica sería ese punto de encuentro utópico donde toda una sociedad llegaría a un consenso de forma general hacia una propuesta, consenso que en el debate político es una falacia, ya que la contienda electoral se nutre precisamente de visiones antagónicas que buscan generar propuestas, que por lo menos en intención, deben llevar al ciudadano a dar su voto por el candidato que identifique mejor preparado para lograr el anhelado bienestar social.

El gusto por una doctrina de derecha o de izquierda no se determina por un rango de edad, estrato social o nivel académico; está motivado más bien por simpatizar con un modelo de sociedad determinado; ejemplo de esto lo podemos encontrar en el debate sobre el matrimonio entre parejas del mismo sexo, donde un sector de la sociedad consideramos que debemos proteger el modelo de familia tradicional; otro sector argumenta que debemos abrir el concepto de familia a nuevas propuestas, este sería un claro debate entre posiciones de derecha e izquierda.

Soy consciente que este es un debate demasiado amplio, donde se puede abordar el análisis desde una posición moral, como lo hice desde esta columna, de igual forma se podría realizar el análisis desde un componente económico, basándonos en dos conceptos básicos donde la derecha impulsa el término equidad y la izquierda la igualdad, conceptos opuestos para determinar las acciones de un gobierno.

Nuestro movimiento ciudadano +fe; que buscará llegar a la Alcaldía de Manizales por firmas, se identificará con claridad ante la opinión pública, como una propuesta de derecha; que sustentará sus acciones desde este marco ideológico, queriendo con esto posicionar a Manizales como una ciudad para el buen vivir.

* Por: Jorge Alberto Betancurt Raigoza – Exconcejal de Manizales y coordinador del movimiento ciudadano +fe.

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