Opinion

Empalme. Claridad frente a ciudadanía *

Lo novedoso del ejercicio de empalme, es que los interlocutores y colaboradores de parte del gobierno entrante electo, en su mayoría no han participado desde el ejecutivo en un suceso que goza de trascendencia e importancia. En más de dos décadas los activistas afines a centro izquierda, donde también hay académicos, técnicos, periodistas, empresarios, indígenas, comunidades afro, mujeres, esperaban cautelosos y expectantes el poder integrar estos equipos de trabajo para los diferentes sectores.

La Ley 951 de 2005, por la cual se crea el acta de informe de gestión, fija normas y procedimientos para la entrega y recepción de los asuntos y recursos públicos del Estado colombiano en todos sus niveles, para este caso del orden nacional. Cobra vigencia e interés este acontecimiento, no solo por lo riguroso de la norma a través de una ley ordinaria de la República, si no por el contenido que hay en la misma en relación a un corte de cuentas del manejo de las finanzas del estado. Si bien no se trata de una rendición de ellas, si es menester el informar a los colombianos en que tanto se cumplieron las metas de un programa de gobierno y avances o rezagos de objetivos, indicadores del Plan de Desarrollo del régimen saliente.

Para esta época, hace cuatro años, el equipo de empalme del Presidente electo Iván Duque, trabajo con 295 personas, cuya composición destacaban jóvenes tecnócratas, políticos de trayectoria, empresarios, juristas, a saber, a manera de evocación:

En el sector Interior, coordinó Francisco Barbosa, hoy Fiscal General de la Nación, poco aplaudido por sus actuaciones sesgadas e infortunadas. Jaime Amin, ex congresista y desde noviembre de 2019 Embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos. Camilo Gómez Alzate, ex Comisionado de Paz en el Gobierno de Andrés Pastrana Arango. Gómez entre abril de 2009 a marzo de 2016, representó la firma de abogados Mossack Fonseca & Co, mencionada en los Panama papers. El doctor Gomez Alzate continua al frente de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado.

En el sector Hacienda, hizo parte de ese equipo el hoy poco célebre y excluido de la lista de aspirantes a Contralor General de la Republica Luis Alberto Rodríguez Ospino, que además de su paso como Viceministro Técnico en la cartera de Hacienda, fue Director del Departamento Nacional de Planeación. Hizo parte también del equipo del sector Comercio.

Solo mencionando estos dos sectores objeto de empalme hace cuatro años, es cierto que pueden destacarse logros y avances en algunos temas y proyectos del Plan de Desarrollo, pero también es cierto que servidores y funcionarios públicos de quienes se tenían altas expectativas como gestores y custodios de los recursos públicos, de la plata de los colombianos, de los dineros de la Paz, hoy están investigados, o en la cárcel o próximos a ser escrutados por la Justicia, disciplinaria, fiscal o penal.

Este tipo de actuaciones de los servidores públicos, hacen que ese encuentro y diálogo por tener actualizada la foto presupuestal de las entidades del orden nacional, sea rodeada de algo de desconfianza, de censura.

La entrega y recepción de los recursos públicos es un proceso de interés público, de cumplimiento obligatorio y formal, que deberá efectuarse por escrito, mediante acta de informe de gestión, en la que se describa el estado de los recursos administrativos, financieros y humanos, así lo establece la Ley 951 de 2005.

Según lo destacó Mauricio Lizcano, en la actual agenda de empalme habrá tres frentes: Uno donde participan 23 líderes por sector. La mecánica se concretará, en esta línea, a través de diez mesas transversales, cada una con equipos de diez personas. Luego viene un segundo nivel, de por lo menos diez personas por cada una de las 190 entidades que participarán. El tercero, según el ex senador, es un equipo de “soporte regional de insumos”, que hará las veces de “backstage” al resto de designados en el empalme.

Hay un nivel más importante aún en esta actividad que si bien es de tránsito, deberá perdurar en el tiempo por las personas que componen las altas designaciones en el ejecutivo, ojalá idóneos, probos, con espíritu de servicio y en aras de construir una verdadera Gerencia Pública.

Entre los 32 coordinadores del empalme de Gustavo Petro, se mantienen las líneas de lo que ha sido su campaña: mezcla 13 figuras de izquierda, especialmente académicos, con 7 políticos de carrera de partidos tradicionales, 8 ex funcionarios de su alcaldía y 8 del gobierno de Santos.

Aunque ese equipo no necesariamente será el que gobierne, sí suele dar indicaciones del perfil de los funcionarios que tendrá el gobierno, como pasó con el empalme de Iván Duque en 2018.

Revelar a los colombianos y a una Nación expectante de las promesas de un Gobierno de la Paz, de la inclusión, la unidad, expuestas por el Presidente electo Gustavo Petro en su promulga de victoria, agregando además que no utilizará el poder en función de destruir al oponente.

Por eso esta actividad de empalme debe ser sincera de parte de quien entrega, con los aciertos, incumplimientos, recomendaciones. De quien recibe, un acto patriótico de potenciar aquellas políticas que ofrecen resultados y de corregir y construir lo que desde su diferente modelo político y económico surcará una Colombia mejor y con oportunidades. Se espera entonces una productiva agenda de gestión y toma de decisiones, y no una competencia de egos y desagravios.

Por: Alfredo Gómez Arboleda – Economista Abogado Director Gómez Arboleda Corp

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