EDITORIAL
Ya transcurrió la primera semana de la elección de Gustavo Petro como presidente de los colombianos, y ninguna de las catástrofes anunciadas ha sucedido.
El dólar no pasó la barrera de los 5 mil pesos, no ha habido salida masiva de colombianos a vivir en el exterior, Estados Unidos no nos aisló, no hay remate de propiedades para evitar la expropiación, no hay rebelión de las fuerzas armadas, no hay desabastecimiento de víveres y el caos anunciado no ha sucedido.
En síntesis, todo sigue igual, salvo algunos, muy pocos, quienes no se resignan a que alguien de izquierda haya ganado la presidencia de la república, diariamente manifiestan su dolor a través de publicaciones en sus redes sociales o entrevistas en medios de comunicación.
Esta primera semana ha sido de tranquilidad. Los mensajes de reconciliación nacional han sido de buen recibo y los partidos tradicionales de derecha se muestran receptivos a los puentes de entendimiento que está tendiendo el gobierno electo. Hasta Álvaro Uribe Vélez, el antagonista por excelencia de Petro, aceptó reunirse con él. Se sienten vientos de reconciliación nacional lo que es muy bueno para el país.
El nombramiento de Álvaro Leyva Durán como canciller del gobierno Petro, es un excelente mensaje por la gran capacidad de diálogo de este conservador de avanzada, quien ha sido concejal, diputado, representante a la cámara, senador, varias veces ministro, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, comisionado para la paz y candidato presidencial. Su designación ha sido de buen recibo por la comunidad internacional generando tranquilidad y confianza para las relaciones bilaterales futuras.
El siguiente mensaje de tranquilidad de los mercados y de los empresarios, será la designación del próximo ministro de hacienda quien seguramente será José Antonio Ocampo, muy cercano al nuevo presidente chileno Gabriel Boric, o Alejandro Gaviria, ambos ya desempeñaron esta cartera, y son garantía de estabilidad en el manejo económico del país.
Quienes pensaron que se iba a presentar una oposición sin cuartel, todo indica que se equivocaron porque parlamentarios de todos los partidos han manifestado su voluntad de colocar su granito de arena para reencausar los destinos del país.
La invitación de Petro a Uribe al diálogo y la aceptación de este, tienen un profundo contenido sobre la madurez política a la que deben llegar los pueblos y sobre todo la dirigencia. Llegó la hora de recoger los odios, de construir sobre la diferencia, del respeto por la ideología de los demás y de la capacidad para sentarse en una misma mesa a trabajar por el bien de sus comunidades. Los consensos será la mejor forma de gobernar.
Ya pasaron las elecciones, es tiempo de construir país y sociedad.
Manizales 26 junio 2022.
@tintiando
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