Opinion

CAMBIAMOS Y DEBEMOS ENTENDERLO

Por: Juana Carolina Londoño – Abogada especialista en derecho comercial y legislación financiera y gerencia de entidades territoriales. Trabajó como asesora jurídica del Instituto de Seguros Sociales, Central de Inversiones S. A., concejal de Manizales, representante a la Cámara, presidente de Fiducoldex y actualmente empresaria: Londoño Asociados.

El país se encuentra en el preámbulo de una nueva contienda electoral. Esta, a diferencia de otras elecciones, encuentra un país distinto, en la medida en que la pandemia del COVID dejó una huella en la sociedad que permanecerá durante mucho tiempo si es que no se queda ya para siempre.

Los nuevos legisladores deberán estar sintonizados con esos cambios, de lo contrario se profundizará esa brecha que por lo general existe entre la institucionalidad y la sociedad.

Es importante hacer un repaso sobre algunos de esos cambios para ir delineando las acciones que deberemos regular en futuras legislaturas.

– La “nueva normalidad”, es decir, la incorporación de criterios sanitarios a las dinámicas sociales y económicas. Debemos pensar en estimular el crecimiento de las industrias del cuidado de la salud, el desarrollo de apps que permitan ubicar y anticiparse a riesgos virales, facilitar la transformación comercial y de servicios para implementar el intercambio y la atención remota y discutir riesgos que se avecinan como las nuevas formas de discriminación por razones sanitarias o el debate de si se puede sacrificar la privacidad por la seguridad sanitaria.

– Expedición del “pasaporte de inmunidad” que permitirá el ingreso a países, restaurantes, sitios turísticos, conciertos, teatros, centros comerciales o cualquier otro escenario de contacto social. Ese pasaporte empieza a ser una realidad que hay que desarrollar, evaluar y analizar para que no se vuelva una nueva forma de segregación o discriminación. En algunos países se discute si una empresa puede dar por terminado un contrato de trabajo o no contratar a una persona porque no le da certezas virales. Un tema importante que en Colombia no estamos discutiendo y que es el momento de evaluar. Debemos determinar si hay derecho a la intimidad con respecto a la información inmunológica personal o si por motivos de salubridad pública puede ser conocida.

– El impacto del “trabajo en casa” en la economía y las relaciones laborales. Es importante evaluar los derechos de los empleadores y los trabajadores con estos esquemas productivos, así como los criterios económicos de si hay mayor o menor productividad con estas dinámicas. En el mismo sentido hay que evaluar el impacto de estas nuevas figuras laborales con el diseño de las ciudades, la movilidad, etc. Es posible que se generen polos de desarrollo alrededor de las ciudades que deben ser previstos, analizados y regulados por el nuevo Congreso.

– La incorporación de la tecnología en las dinámicas de las diversas edades y trabajar para que esa incorporación se haga de la mejor manera posible y cerremos las brechas digitales que la pandemia evidenció en materia de estratos sociales y edades. Ejemplo de esto son el acceso a la tecnología y la conectividad de los niños de estratos bajos, la formación remota y el acompañamiento a los adultos mayores en la implementación de la tecnología a sus comunicaciones, adquisición de bienes, transacciones bancarias, atención médica y psicológica, y en general, a todo ese universo de posibilidades que se abrió para ellos y que muchos no saben cómo abordar.

Son muchas las cosas que debemos pensar, analizar y regular. No podemos seguir como si no hubiera pasado nada. Lo importante hoy es entender el momento que vivimos.

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