Por: Octavio Cardona – Exalcalde de Manizales – Candidato a la Cámara de Representantes.
En el año 2010, se celebró un convenio interadministrativo entre la alcaldía de Manizales y el fondo de promoción turística FONTUR, el cual tuvo como objeto la construcción de un cable aéreo entre el ecoparque los Yarumos, y la estación cable, ubicada atrás del edificio cable plaza en Manizales.
Ese cable era el pretexto ideal para, supuestamente, lograr el desarrollo comercial del ecoparque. Allí se visualizaron restaurantes de alta gama, museos, senderos ecológicos, atracciones para la familia, es decir, un conjunto de propuestas que permitirían a los manizaleños y a los visitantes tener un nuevo punto de encuentro en medio de exuberante vegetación y con una vista espectacular sobre la ciudad. Así se promocionó la obra.
FONTUR celebró el convenio y además desarrollo todos los actos precontractuales y contractuales para desarrollar la construcción de la obra.
La inversión no fue poca, más de SEIS MIL QUINIENTOS MILLONES DE PESOS hace 11 años, los que a valor presente sobrepasan los DIEZ MIL MILLONES para la construcción e instalación de un sistema que nunca, óigase bien, NUNCA funcionó.
Las obras fueron encargadas a SISTRAC S.A., una firma sin experiencia, sin condiciones técnicas adecuadas y sin idoneidad.
Este sistema de cable se construyó entre los años 2010 y 2012, pero en condiciones tan lamentables de calidad, que en el primer vuelo se cayeron las puertas de las cabinas y casi ocurre una tragedia.
La decisión del gobierno municipal de aquel entonces, dirigido por Jorge Eduardo Rojas, a quien le correspondió recibir las obras, aunque no fuera el contratante, fue suspender cualquier operación del cable a Yarumos, informar las anomalías a FONTUR, y finalmente denunciar la situación fiscal ante la contraloría general de la Republica.
Tan ruinosas y deficientes resultaron las obras, que en 2018 el tribunal contencioso administrativo de Caldas resolvió una acción popular, ordenando el desmonte inmediato de los cables, lo cual le costó al municipio de Manizales, cerca de 600 millones de pesos.
Las investigaciones fiscales se iniciaron en 2015 y concluyeron en 2021 con una sanción de 1.824 millones de pesos en contra de los constructores y los interventores, lo cual, si bien es un primer paso, no aliviana en nada la oportunidad perdida y no es que contribuya mucho para mantener la confianza ciudadana en lo público.
No puede haber confianza, y menos puede haber tranquilidad ciudadana, cuando se condena por 1.824 millones, frente a unas obras que causaron deterioro a las finanzas públicas por más de SEIS MIL QUINIENTOS MILLONES de la época, es decir de hace 11 años.
Hoy, el panorama es desolador, pues allí se perdieron recursos por los que nadie sale a responder, y mientras tanto, el municipio de Manizales se quedó con dos estaciones construidas, una en Yarumos y otra en el cable, las que no se comunican entre sí por una razón, porque FONTUR contrató mal la construcción del sistema de cables aéreos.
Muchísimas solicitudes han sido enviadas a FONTUR para que salga a responder por este fiasco, en el cual se perdieron valiosos recursos de todos los colombianos, pero también se perdieron importantes recursos de los manizaleños, pero nada ni nadie ha logrado que desde el fondo de promoción turística se asuma la responsabilidad y se brinden las soluciones.
Por temas menos importantes se han visto sanciones mucho más impactantes.
Asuntos semejantes a los de estos DIEZ MIL MILLONES tirados a la caneca de la basura son los que llenan de razones al pueblo indignado, al pueblo que reclama, al pueblo que grita en las calles que ya están cansados de tanto desgreño y de tanta corrupción.
Y mientras tanto, los días pasan y las preguntas a FONTUR siguen siendo las mismas ¿qué le podemos decir a los manizaleños?, ¿alguna respuesta?, ¿algún pronunciamiento?, preguntas que pasados 11 años aún no tienen las respuestas que los ciudadanos siguen esperando.
FONTUR, diga alguna cosa. Responda pues, es para una tarea.
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