Opinion

LA REVOCATORIA

EDITORIAL

Con sobradas razones un grupo de ciudadanos manizaleños ha iniciado el proceso de recolección de firmas tendiente a lograr la revocatoria del mandato de Carlos Mario Marín como alcalde de la ciudad.

En Colombia se han dado alrededor de 130 procesos de revocatoria desde 1996 y sólo uno ha sido exitoso, el de Tasco Boyacá en 2018. Son procesos desgastantes, costosos y dispendiosos, prácticamente una aventura.

La ley 1757 de 2015 exige que para las revocatorias debe haber una mayoría del 50% más 1 de quienes voten, a favor o en contra, para que haya una decisión. Aunado a ello, el total de sufragios no debe ser inferior al 40% de la votación total registrada en los comicios en los que se eligió al alcalde.

El proceso de revocatoria debe analizarse más con la realidad que con el deseo. En el caso de Manizales, como sucedió hace varios años en Villamaría, será muy difícil que se dé y el alcalde saldrá victorioso, victimizado y a cobrar por ventanilla.

Ya varias organizaciones políticas y dirigentes de diversas tendencias, han manifestado públicamente que no acompañarán el proceso de revocatoria en Manizales, lo que debería ser un propósito de ciudad para que tenga éxito. Aquí no es así. Unos pocos harán la fuerza y poco o nada conseguirán.

Esa será una nueva victoria, aunque pírrica pero victoria, que obtendrá Carlos Mario, y una especie de patente de corso para continuar gobernando en la forma improvisada y equívoca como lo ha hecho hasta ahora.

Además, la experiencia nos ha enseñado que los más perjudicados cuando los mandatarios salen de sus cargos antes de terminar sus períodos, son los entes territoriales. Se da un estancamiento, se paraliza la administración, los traumatismos son mayúsculos y prácticamente se pierde el cuatrienio.

Manizales y Caldas ya han tenido esa experiencia y conoce de sus implicaciones. Por ejemplo, en el período de gobernación 2011-2015 tuvimos tres gobernadores.

Más que la revocatoria, deberían de implementarse mecanismos como el control político que debe ejercer el Concejo de la ciudad y sobre lo cual ha hecho poco o nada. Esa función legal se la han dejado prácticamente a los medios de comunicación y a las tertulias de cafetería que ningún efecto tienen.

El proceso de revocatoria del alcalde de Manizales ya está en marcha y está condenado al fracaso, y como lo dijimos anteriormente, el ganador será Carlos Mario al no conseguirse el objetivo, mientras que la ciudad sigue perdiendo.

Manizales, 24 enero 2021.

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