Por: Juana Carolina Londoño – Abogada especialista en derecho comercial y legislación financiera y gerencia de entidades territoriales. Trabajó como asesora jurídica del Instituto de Seguros Sociales, Central de Inversiones S. A., concejal de Manizales, representante a la Cámara, presidente de Fiducoldex y actualmente empresaria: Londoño Asociados.
Con gran expectativa, y a la vez escepticismo, esperamos los colombianos el anuncio por parte del Gobierno Nacional del inicio al Plan Nacional de Vacunación. Desde el momento en el cual se anunció la efectividad de la primera vacuna contra el COVID-19 han pasado más de 70 días y países como Italia, España, Canadá Israel, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, entre otros, han desplegado de manera inmediata campañas masivas de vacunación.
En América algunos países avanzan rápidamente, Estados Unidos, México, Costa Rica, Chile, Argentina, Brasil ya iniciaron la primera fase de vacunación, sin embargo Colombia aún no comienza y sin tener certeza de cuando lo hará.
¿Se estima que un número considerable de vacunas llegará a nuestro país a comienzos del mes de febrero, esta preparado nuestro país para recibirlas e iniciar con el plan de vacunación masiva? Es la pregunta que hoy nos hacemos millones de colombianos, dado el hermetismo que ha tenido el Gobierno Nacional al momento de divulgar información referente a la contratación y protocolos de inicio, sin embargo, lo único que deseamos los colombianos es que se garanticen una debida planeación en el Plan de Vacunación.
Continuará la especulación en la medida que pasan los días y no se tiene información precisa por parte de las autoridades competentes; la cifra de contagios y de fallecidos sigue en aumento por lo cual surge la necesidad y urgencia de divulgar las condiciones generales sobre el Plan Nacional de Vacunación, se requiere la designación de un gerente nacional de vacunación que lidere el proceso ya que no se admite improvisación en esta campaña de inmunización, por el contrario, es importante contar con un Plan Nacional de Vacunación claro, con planificación estricta, un cronograma adecuado que genere confianza y garantía al pueblo colombiano.
Los protocolos de transporte de la vacuna y el mantener la cadena de frio para su conservación deben ser estrictos De igual manera es fundamental generar confianza en los colombianos garantizando que las primeras dosis que ingresan al país serán aplicadas en estricto orden de precedencias de acuerdo con los protocolos. Necesitamos que las vacunas lleguen efectivamente a las personas que más lo requieren, no queremos ver tráfico de influencias por parte de los dirigentes políticos para privilegiarse y desplazar a las personas que realmente lo necesitan. Ni siquiera imaginar que la dosis requerida por un abuelo o padre de familia con alguna comorbilidad haya quedado en manos de los padres de la patria o funcionarios de Estado que aun no lo requieren. Ya en varios países han destituido funcionarios que han aprovechado su dignidad para vacunarse.
Otro gran riesgo al que nos vemos expuestos y debe se controlado es la comercialización de las vacunas adquiridas por el Estado para ser aplicadas de manera gratuita y que lleguen a manos de agentes externos quienes puedan venderlas; así mismo el riesgo de escandalo al descubrir que aplican en algunas regiones placebo en reemplazo de la verdadera vacuna poniendo en riesgo la vidas de nuestros familiares; también tener en el radar un riesgo jurídico donde existen amenazas de avalancha de tutelas.
Sin llegar las vacunas ya son muchos los problemas por resolver, no podemos fracasar en este proceso.
Señor Presidente es el momento de reivindicarse con el pueblo colombiano en esta responsabilidad que no puede ser trasladada a los gerentes territoriales, llego el momento de coger el timón del Plan Nacional de Vacunación sin soltarlo hasta llevarnos a feliz puerto Una parte importante de su legado es que este proceso salga bien.
