Opinion

CREER, CREER

EDITORIAL

El término pereirización no existe, sin embargo podría significar la alta influencia de esta ciudad sobre otra terminando, imponiéndose en muchos aspectos,

Desde hace varios años vemos con impotencia como la mayoría de las sedes regionales de las entidades nacionales fueron trasladadas de Manizales para Pereira, los manizaleños hacen sus compras y viajan a través del aeropuerto de la querendona, trasnochadora y morena, y como esto, son muchas otras cosas en las que la ciudad sin puertas nos ha cogido la delantera.

Este año no ha sido la excepción y el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, ha contribuido notablemente. Lo primero fue traerse a un pereirano para el cargo de Secretario de Planeación Municipal como si en Manizales no hubiese profesionales capacitados, y para rematar, nos trajo el alumbrado navideño utilizado en la Perla del Otún el año pasado. Como dirían las señoras, con el pinche de los manizaleños y nos quedamos.

Si algo disgusta a los manizaleños es la expresión “Pereira la capital del eje” o que el Deportivo Pereira le gane al Once Caldas. Sin embargo, nuestra clase dirigente no hace absolutamente nada para recuperar el liderazgo que alguna vez se tuvo tanto en lo regional como en lo nacional.

Este escrito no es xenófobo, el objeto es generar conciencia de ciudad, recuperar el sentido de pertenencia e invitar a querer y a luchar por lo nuestro.

Tenemos excelentes profesionales, empresas bien constituidas y eficientes, capacidad e inteligencia, y lo mejor, la calidad de nuestras gentes.

El llamado es a creer en lo nuestro y que cada uno haga su aporte desde su campo, y recordarle a nuestra clase dirigente y política que tienen la obligación de luchar por la supremacía de Caldas y Manizales en la región.

Pensilvania, 29 noviembre 2020.

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