Opinion

Conectemos la Colombia Rural

Por: Juana Carolina Londoño – Abogada especialista en derecho comercial y legislación financiera y gerencia de entidades territoriales.  Trabajó como asesora jurídica del Instituto de Seguros Sociales, Central de Inversiones S. A., concejal de Manizales, representante a la Cámara, Presidente de Fiducoldex y actualmente empresaria: Londoño Asociados.

Colombia es un país esencialmente agrícola que cuenta con cerca de 140.000 kms de vías terciarias, de los cuales únicamente alrededor de 8.200 km están en buen estado. Tenemos un panorama desafiante en esta materia que afecta la conectividad de los habitantes de las veredas, el transporte y la comercialización de los productos agrícolas y la posibilidad de atraer inversión en proyectos turísticos de impacto, con la correspondiente generación de ingresos y empleo para la región.

El Gobierno Nacional ha planteado estrategias dirigidas al mejoramiento y mantenimiento de esas vías terciarias, buscando coordinar y armonizar esfuerzos de cooperación entre el sector público, privado y la comunidad y así dinamizar la interconexión de cabeceras municipales con las poblaciones mas alejadas del país. Hay que apoyar estas iniciativas.

En tiempos de crisis podemos potencializar oportunidades y es el momento adecuado para impulsar el sector agropecuario, llego el momento de pensar seriamente en políticas públicas para conectar la Colombia rural; algunas regiones lo han dejado plasmado en su plan de desarrollo y serán precisamente esas regiones quienes verán a mediano plazo ventajas competitivas enormes, al generar apertura de nuevos mercados en la comercialización de los productos e insumos, y sin lugar a dudas, la generación de nuevos empleos ahora que son tan necesarios.

Conectar la Colombia rural genera dinamismo en la economía, transforma el territorio, disminuyendo la brecha de equidad social y atrae inversión.

El reto es grande para la Gobernación de Caldas que establece en su plan de desarrollo un compromiso claro de fortalecer de manera significativa las vías terciarias de nuestro Departamento, encontrando en el campo una forma de construir su tejido social y económico. Ese es el camino hacia el renacimiento de la ruralidad caldense, sumándole, además, innovación de los encadenamientos productivos agrícolas y promoción como destino turístico a nivel nacional e internacional.

La mejor forma de reactivar la economía es el empleo y la construcción de obra pública es una forma acelerada de generar ingresos en los habitantes del sector rural. Es el momento de hacer la revolución de las vías terciarias para reactivar la economía, generar empleo y tener un país más competitivo cuando todo esto pase.

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