Tinto Político

LA CAÍDA DE UN FORTÍN

03 noviembre 2019

Uno de los hechos más significativos sucedidos en las pasadas elecciones para el uribismo en Caldas, fue la pérdida de la alcaldía de Pensilvania, considerado su fortín.

En este municipio se unieron dos importantes fuerzas. Una comandada por Jorge Orlando García, un joven profesional avalado por un Grupo Significativo de Ciudadanos como candidato a la alcaldía, y la otra por Rubén Darío Giraldo, concejal de Manizales y aspirante del Partido Conservador a la Asamblea Departamental. Ambos carismáticos, de gran aceptación y mucho trabajo con las comunidades.

La estructura del Centro Democrático no era menos fuerte. Tenían la Administración Municipal con un alcalde cuya labor ha sido calificada de exitosa, el apoyo de otras líneas políticas y el de la empresa privada. Su candidato, Camilo Zuluaga, joven, conocedor del municipio como el que más, con preparación académica y gran trabajo con las comunidades, quien hacía equipo con un aspirante a la asamblea del mismo partido, Diego Cardona. A ellos se sumaba el respaldo incondicional del ex candidato a la presidencia, Oscar Iván Zuluaga.

La fuerte alianza entre Jorge Orlando García, candidato a la alcaldía por el Grupo Significativo de Ciudadanos Pensilvania Primero, y el aspirante conservador a la Asamblea, Rubén Darío Giraldo, derrotaron las aspiraciones del Centro Democrático de conservar la alcaldía.

Si bien en octubre de 2011 el uribismo también perdió su poder hegemónico en la alcaldía de Pensilvania con un candidato del partido conservador línea yepista, conservaron las mayorías en el Concejo Municipal eligiendo 7 de 13 escaños. El pasado domingo la situación fue catastrófica electoralmente para el Centro Democrático. Perdieron la alcaldía y solo alcanzaron a elegir cuatro de los miembros del Concejo Municipal lo que significa que ya no son mayoría electoral en este municipio. Sin alcaldía, sin concejo y sin gobernador amigo, su maniobrabilidad será prácticamente nula. Ni la elección de Diego Cardona como diputado se puede tomar como una luz de esperanza porque estará solo en la asamblea, esto es, sin gobierno departamental amigo, y el representante al cámara cercano, “Chano”, solo sabe gestionar burocracia.

Dónde estuvo la falla del Centro Democrático en Pensilvania ?

Efecto Álvaro Uribe

Estos hechos electorales son la suma de diversos factores que convergen en un momento preciso y determinado. Uno de ellos sin lugar a dudas, es el desgaste del discurso uribista que tuvo repercusiones en todo el departamento y en el país en general. La gente está mamada. Llevamos 18 años seguidos escuchando hablar de Uribe todos los días. Eso cansa y desgasta. El supuesto “favor” de la pacificación de esta región, no se le puede cobrar a los electores toda la vida. Hoy las expectativas e intereses son otros.

Desgaste de los candidatos

Mientras que Jorge Orlando García y Rubén Darío Giraldo no tenían desgaste alguno en el municipio, Camilo Zuluaga llevaba cuatro años en Pensilvania, muy cercano a la actual Alcaldía Municipal en la cual laboró. Le tocó cargar con los enemigos del uribismo, los de la actual administración municipal, los suyos y los de Diego Cardona quien lleva 29 años como actor político de primera línea. Ha sido concejal, alcalde, diputado, funcionario municipal y contratista nacional. Tanto tiempo en escena, desgasta.

El discurso de campaña

El discurso de los candidatos uribistas estaba desgastado. Cuando hablaban de Uribe, de tener parlamentarios como “Chano” y Carlos Felipe Mejía, y Presidente de la República, generaban reacción en contrario porque estos personajes no son de buen recibo en Pensilvania. Además, su candidato a la gobernación tampoco generaba simpatías ni cercanía.

El manejo de los trabajadores de la empresa privada

Una de las grandes fallas del uribismo en esta campaña en Pensilvania, fue la injerencia de los administradores de las empresas privadas en la campaña para la alcaldía.

Aunque los propietarios, la familia Escobar Aristizábal, se mantiene al margen de estas disputas políticas, sus administradores en Pensilvania presionan y en muchos casos matonean a los trabajadores, lo que generó malestar generalizado y motivó el voto en contra de sus candidatos.

Publicaron un plegable en la que hacían una relación de todas las obras y acciones en beneficio de la comunidad que la familia Escobar Aristizábal ha desarrollado durante varias décadas. Esto fue contraproducente totalmente porque muchas personas lo tomaron como un cobro de cuentas.

La presión de los administradores de las empresas privadas hacia los trabajadores en Pensilvania era una bomba de tiempo que venía de años atrás, hasta que estalló en forma tan estruendosa. El candidato al Concejo municipal respaldado por ellos, no logró el objetivo. Sacó 154 votos de y un potencial de 500.

Asesoría

La campaña del Centro Democrático en Pensilvania fue encomendada a un comité integrado por inexpertos, en su mayoría, en temas de estrategia y manejo político, quienes se dejaron coger la delantera en publicidad, manejo de redes sociales y agenda. Siempre iban un paso atrás. A los candidatos al concejo les faltó mayor compromiso con la campaña para la alcaldía y en su gran mayoría, solo trabajaron para ellos mismos.

Exceso de confianza

El exceso de confianza del Centro Democrático en Pensilvania fue otro de los factores que incidió negativamente en sus resultados. Hasta el último minuto pensaron que tenían las mayorías suficientes para triunfar. Desestimaron el potencial de algunos líderes y descuidaron el trabajo político en algunas regiones del municipio. Estaban convencidos que la sola existencia de tres candidatos más, repartiría la votación opositora y su candidato saldría triunfante.

Una nueva realidad política tiene Pensilvania a partir del 27 de octubre pasado. El Centro Democrático fue derrotado estruendosamente. Las mayorías para la Asamblea las obtuvo el Partido Conservador con 3.164 votos de los cuales 2.628 el nuevo diputado Rubén Darío Giraldo, mientras que el Centro Democrático sacó 2.892 y Diego Cardona, también electo como diputado, 2287.

Pero quizás lo más significativo después de la perdida de la alcaldía sobre la crisis del Uribismo en Pensilvania, es que por primera vez su candidato a la gobernación pierde. Luis Carlos Velásquez derrotó al candidato del Centro Democrático, Camilo Gaviria, con 4.410 frente a 4.087 votos. Velásquez visitó dos medios días Pensilvania y Gaviria 9 veces incluida la zona rural.

Hoy, otro gallo canta en el gallinero político de Pensilvania.

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