EDITORIAL
En su afán desmedido por conseguir su objetivo, muchos precandidatos a cargos de elección popular unipersonales, están feriando los entes territoriales que quieren regentar.
Es vergonzoso escuchar que algunos precandidatos o candidatos han parcelado sus municipios para canjearlos por apoyos electorales. Ofrecen los hospitales, las empresas públicas, los terminales de transporte, las secretarías de despacho y las celadurías.
Los municipios deben administrarse de acuerdo con las políticas propuestas a los ciudadanos en los programas y planes de gobierno de los candidatos que deben cubrir todos los estamentos y entidades de su jurisdicción.
El candidato que prometa el manejo de alguna de sus dependencias en cambio de apoyo electoral, no podrá ejercer sus políticas en forma integral y se convertirán en ruedas sueltas tanto administrativa como presupuestalmente lo que terminará perjudicando la administración.
Cosa diferentes es cuando los partidos o movimientos hacen acuerdos programáticos previos y se estableces compromisos para ejecutar en conjunto las políticas propuestas a los electores. Los acuerdos deben hacerse con las organizaciones no con individuos.
Conocemos el caso de un precandidato a la alcaldía de un municipio caldense quien está ofreciendo la administración del hospital a un dirigente político de otro grupo para lograr su apoyo electoral y fortalecerse con 400 o 500 votos. Es una práctica aberrante que debe tener el repudio de los electores.
Dice el adagio popular que desde el desayuno se sabe lo que va a ser el almuerzo. Qué le puede esperar a un municipio que caiga en manos de un candidato como del que hago referencia ?.
Quedan tres meses y cinco días para que los electores analicen muy bien a quién le encomendarán durante los próximos cuatro años el manejo de sus municipios. Es obligación no equivocarse.
Manizales Caldas, julio 21 de 2019.
