Por: José Luis Zuluaga Soto – Periodista – XX Premio Nacional de Periodismo Ciudad de Manizales –Orlando Sierra Hernández – Vida y Obra de un periodista.
06 mayo 2019
El pasado lunes el alcalde de la ciudad, Octavio Cardona León inauguró con bombos y platillos el puente elevado de la Universidad Autónoma.
Una obra que les costó a los manizaleños 8.500 millones de pesos.
Este viaducto quedó muy bonito. Lleno de luces, flores y de mucho colorido.
Eso es lo correcto.
Que los dineros del pueblo se inviertan en la comunidad.
Esta obra, fuera de embellecer el sitio, será una gran solución para el problema vial que se generaba en ese lugar.
La construcción de ese puente sirve de ejemplo para muchas regiones de Colombia donde las obras públicas nunca se terminan.
El gran negocio de muchos contratistas es demorar la entrega para buscar más tajada económica del Estado.
Nos acostumbramos a ver elefantes blancos en todas partes y ni siquiera en Caldas nos privamos de esa anomalía.
El gobierno nacional le entregó a la multinacional portuguesa Mota Engil la construcción de varios establecimientos educativos en los municipios de Caldas.
El tiempo de entrega terminó para varios contratos y los establecimientos están en obra negra o con los meros cimientos.
Y mientras eso hace una multinacional, que seguramente entrego muchos millones de dádivas, la ingeniería manizaleña le demuestra al país que aquí hay honestidad con los compromisos que se adquieren.
En Manizales se vienen haciendo varias obras de envergadura y todas ellas van a ser concluidas.
Eso se llama responsabilidad con la comunidad que entregó el dinero y que espera ver esos recursos bien invertidos y no en el cesto de la corrupción.
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