Opinion

NOTAS DE OMAR YEPES

Por: Omar Yepes Alzate

05 junio 2018

LA CORRUPCIÓN ELECTORAL.- De «escandalosa y nauseabunda» tildó el fiscal general de la nación, Nestor Humberto Martínez, la compra de votos en Barranquilla durante las elecciones al Congreso del pasado mes de Marzo. Anuncia que dará a conocer las dimensiones de las irregularidades después de la segunda vuelta presidencial. Las investigaciones han dado lugar a varias capturas, entre ellas la de la representante a la Cámara y senadora electa Aida Merlano.

Si el fiscal investigara la compraventa de votos en el resto de país quedaría asombrado y no encontraría palabras para calificarla. Lamentablemente hoy los voceros del pueblo a las corporaciones, alcaldías y gobernaciones no son elegidos espontáneamente por los ciudadanos en razón de su importancia y expectativas creadas por sus propuestas, sino en virtud del dinero, de las chequeras. Mientras más voluminosas sean las bolsas, mayor recaudo electoral acompañará a los candidatos. Desde luego, hay excepciones, ciudadanos de pro que realzan las instituciones y que como las brujas, los hay los hay, pero cada vez más escasos. La representación democrática está completamente falseada, no es auténtica.

PETRO.- No se puede tener confianza en liderazgos políticos que cambian abruptamente de posiciones o criterios simplemente para engatusar a los electores y hacerlos incurrir en error. Así como cambian para engatusar al elector, una vez consigan sus objetivos volverán a sus posiciones iniciales. Es lo que observamos ahora en Gustavo Petro. Para no abundar sobre sus ofertas limitémonos a unas pocas. Antes anunciaba una constituyente, amenazaba políticas contra ciertos propietarios, y fijaba criterios sobre la explotación minera y los hidrocarburos. Ahora las suaviza, pero si llega al poder, seguramente volverá a las iniciales. Como cambia ahora, cambiará después.

Petro es hombre inteligente, de fácil retórica, y sabe explotar la rabia latente de los desposeídos y de quienes han sido desatendidos por el Estado. Eso explica su éxito en el debate electoral del pasado domingo. Petro es arrogante, de terquedad reconocida, no oye consejos y maneja un cierto resentimiento social. Navarro Wolf no lo soportó como compañero de tareas durante la alcaldía de Bogotá, optó por retirarse. Hay que cuidarse de él.

LA CORRUPCIÓN ELECTORAL.- De «escandalosa y nauseabunda» tildó el fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez, la compra de votos en Barranquilla durante las elecciones al Congreso del pasado mes de Marzo. Anuncia que dará a conocer las dimensiones de las irregularidades después de la segunda vuelta presidencial. Las investigaciones han dado lugar a varias capturas, entre ellas la de la representante a la Cámara y senadora electa Aida Merlano.

Si el fiscal investigara la compraventa de votos en el resto de país quedaría asombrado y no encontraría palabras para calificarla. Lamentablemente hoy los voceros del pueblo a las corporaciones, alcaldías y gobernaciones no son elegidos espontáneamente por los ciudadanos en razón de su importancia y expectativas creadas por sus propuestas, sino en virtud del dinero, de las chequeras. Mientras más voluminosas sean las bolsas, mayor recaudo electoral acompañará a los candidatos. Desde luego, hay excepciones, ciudadanos de pro que realzan las instituciones y que como las brujas, los hay los hay, pero cada vez más escasos. La representación democrática está completamente falseada, no es auténtica.

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