Opinion

Por el derecho a la maternidad deseada

El 14 de noviembre es el día de la mujer colombiana, en conmemoración de la muerte de la heroica Policarpa Salavarrieta, quien murió defendiendo la causa de la libertad, más de 2 siglos después de su muerte, seguimos luchando por esta misma causa. Traigo a colación esta fecha, porque, aunque en Colombia, desde el año 2006 se despenalizó el aborto en tres circunstancias, aun aparece catalogado en el código penal como un delito. Entonces, al hablar de libertad, hablamos de la libertad de mujeres y personas gestantes para elegir sobre su cuerpo, su proyecto de vida y su salud (mental y física).

Sabemos que este debate es complejo y espinoso, y si bien ha avanzado, la religión y la moral basada en ella han jugado un papel protagónico en el irrespeto del aborto como derecho, es por ello que vemos aún médicos que se oponen a garantizar el procedimiento que corresponde, así como partidos políticos que juzgan y menosprecian en sus discursos la despenalización de la interrupción del embarazo, tildándolo como un acto “inmoral”. Es decir, que, pese a que se reconoce el derecho legal al aborto, muchas mujeres y niñas enfrentan múltiples barreras para ejercer su derecho a acceder a este servicio, justamente por la criminalización del aborto, negándoles acceso seguro, oportuno y digno a un servicio de salud esencial. Incluso, algunas mujeres son perseguidas penalmente cuando buscan obtener abortos legales.

Es necesario tener en cuenta que, la penalización en Colombia, lleva a abortos inseguros, lo que se convierte en la sexta causa de mortalidad materna, es por ello que resulta necesario que el debate gire en torno a que la interrupción del embarazo no tenga ninguna clase de barrera para las mujeres y que, además, sea comprendido como un servicio de salud regulado. Necesitamos que la justicia no nos cueste la vida y que no nos despojen la dignidad.

Por esta razón, celebro este momento histórico, porque nunca antes el país ha estado tan cerca de eliminar la amenaza de ir a la cárcel por abortar, la Corte Constitucional desde octubre tiene la tarea de tomar una decisión sobre la demanda que Causa Justa (movimiento que busca que las mujeres podamos tomar de manera libre e informada decisiones autónomas) hizo, para eliminar el delito de aborto del código penal, lo que permitiría que la interrupción del embarazo se regule desde el ámbito de la salud y no desde el ámbito penal.

Esta decisión podría cambiar positivamente la vida de millones de niñas, mujeres y personas gestantes en nuestro país. Las mujeres no somos delincuentes, ni criminales por exigir la posibilidad de exigir sobre nuestros cuerpos y elegir libremente sobre la maternidad.

No somos histéricas, somos históricas.

Por: Juanita Espeleta – Socióloga con trayectoria en trabajo comunitario, social y cultural en comunidades en condición de vulnerabilidad.

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