Opinion

Vías terciarias en Caldas: un frente lamentablemente desatendido

Por: Erwin Arias – Representante a la Cámara.

Una de mis funciones como Representante de los caldenses es realizar control político a las labores de los diferentes funcionarios encargados de hacer que las obras que requiere el departamento se lleven a cabo. Si bien Aerocafé es un proyecto que reviste suma importancia para Caldas, no es la única solución a nivel de transporte, turismo, competitividad y desarrollo que requiere la región. Y es en esta materia donde la actual Gobernación se raja, desatendiendo uno de los frentes que impacta más directamente en la producción, abastecimiento de productos, reactivación económica y el turismo: el deficiente estado de las vías terciarias.

Este no es un asunto perceptual, es una vivencia que alimento en cada una de las giras que realizo por el departamento y que los ciudadanos me dejan conocer en cada diálogo y recorrido que hago junto a ellos. Es palpable la necesidad de reparar urgentemente el estado de las vías que conectan a diferentes veredas, poblaciones e incluso, que son la salida de Caldas hacia otros departamentos. Esta es una deficiencia que contribuye a que los costos de producción alimenticia aumenten, desincentivándola y haciéndola una actividad poco rentable. De igual forma no podemos pensar en una reactivación económica real cuando la infraestructura de transporte de mayor extensión en el territorio nacional y en el departamento se encuentra en un estado de deterioro avanzado.

Por los lados de la región Centro Sur el panorama no es más alentador: hacia el departamento del Tolima, por Murillo, pasando por Villamaría, la vía se encuentra en un pésimo estado. De igual forma, las vías que conectan a Manizales con el norte caldense, entre ellas, la vía Salamina – San Félix o Salamina – Pácora; además, las zonas rurales del oriente como Los Pomos y San Diego en Samaná, están totalmente olvidadas por el gobierno departamental, quien ha priorizado la política de vivienda como estrategia de marketing, pero olvidó los demás sectores claves para generar la verdadera reactivación.

Es lamentable el estado en el que se encuentran vías como las que conectan a las veredas Japón, Brisas, La Agustina, El Tigre y Buenavista, por la Dorada, o la conexión La Atarraya-Buenavista, otro segmento que se encuentra en pésimo estado. En esta misma región, la vía hasta la vereda Isaza Norcasia-La Habana se encuentra muy deteriorada, y se hace necesaria su reparación porque conecta con el Río La Miel, un afluente importante de turismo para el departamento y el municipio en la actualidad.

En el occidente del departamento las demandas de la ciudadanía son similares. Por resaltar sólo una de ellas, la vía de la vereda La Amalia y La Torre en Supía genera serias preocupaciones, y es un hecho que constaté personalmente y de primera mano este fin de semana.

Se hace urgente priorizar los recursos necesarios en el departamento para hacer correcciones urgentes a estos defectos viales. Un funcionamiento en óptimos niveles de esta infraestructura acelera el crecimiento económico de la población campesina, permite articular los centros de producción rural con los centros de acopio urbanos, garantizando una eficiente distribución, fortalece la presencia del estado en los territorios y contribuye en la promoción de una oferta variada de servicios públicos, de salud, seguridad y educación. Por mi parte, seguiré ejerciendo el mandato que me entregaron los ciudadanos al Representarlos: visibilizar problemáticas como estas y ejercer el respectivo control político para que las obras, gestiones y cambios se lleven a cabo.

Seguiré trabajando de la mano de los caldenses, juntos por el bienestar de todos. Esa es mi función como servidor público.

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