Por: Mario Arias Gómez.
En Venezuela -como era predecible- sucedió lo esperable, resultas de la pretensión del amoral, disparatado, estigmatizado, repudiado narco-castrochavismo de atornillarse -sí o sí- sin rubor ni tapujos en el mando, por las buenas o por las malas, tal como lo había anticipado el hemipléjico, inepto, inferiorizado, irresistible, torpe Nicolás ‘Maburro’, acémila que sin arredrarse reeditó sus acostumbradas jugarretas.
Payasada electoral, escandaloso ‘chocorazo’ urdido con la aquiescencia del copado, sesgado Consejo Nacional Electoral (CNE) y del insolvente, permisivo Poder Judicial -aberrantes apéndices del Ejecutivo- que se prestaron para inhabilitar, tachar previa, electoral, ilegalmente a la muy digna, ejemplar, valiente MARÍA CORINA MACHADO -candidata opositora de unidad-, sin importar lo que el mundo democrático dijera o hiciera, aspirante que ha dado cátedra al mundo de defensa de la democracia.
Ominosa trapacería que demuestra la miseria del ‘Cártel de Los Soles’ que es el que mal gobierna en perjuicio de los burlados, dominados, pisoteados venezolanos de bien -inaudibles como invisibles-, condenados por la comunidad internacional que pide a gritos, unánimemente, la denegada auditoría independiente, el reconteo de los votos. Aquelarre que pasará a la historia como la impensada Crónica de un MEGAFRAUDE anunciado’.
Afrenta democrática, trampa de gigantescas, inusitadas proporciones -nunca antes vista en el continente- protagonizada por el sátrapa en comento; tirano delineado perfectamente por la canción de ‘Paquita La Del Barrio’, titulada, ‘Rata De Dos Patas’ que nítidamente expresa el sentimiento profundo de desprecio que inspira la ordinaria, insignificante, vulgar:
“Rata inmunda / Animal rastrero / Escoria de la vida / Adefesio mal hecho/ Infrahumano / Espectro del infierno / Maldita sabandija / Cuanto daño has hecho/ Alimaña / Culebra ponzoñosa / Desecho de la vida / Te odio y te desprecio / Rata de dos patas / Te estoy hablando a ti / Porque un bicho rastrero / Aun siendo el más maldito / Comparado contigo / Se queda muy chiquito/ Maldita sanguijuela / Maldita cucaracha / Que infectas donde picas / Que hieres y que matas/ Alimaña / Culebra ponzoñosa / Desecho de la vida / Te odio y te desprecio”.
Que no piense el cadavérico y corroído chavismo, como los espeluznantes círculos bolivarianos, que todo está consumado frente a la fuerte presión internacional que no cejará en su empeño por remover al forajido de marras, sin descartar la opción militar supranacional, que lo aprese y ponga a disposición de la CPI por sus múltiples delitos de ‘lesa humanidad’ que no podrá eludir.
Millones de personas -vigilantes todos, lejos de mirar los sucesos de soslayo- esperan que los liderazgos políticos en el mundo democrático y libre estén a la altura de las circunstancias. La tibieza no es la opción, es por el contrario un suicidio. Paralelo al aislamiento político y al restablecimiento de las sanciones a la oligarquía delictiva chavista, exigen la inmediata, rotunda verificación de las actas; expectorar a ‘Maburro’, como sucedió en Panamá con Noriega en 1989, lo que evitaría el afianzamiento del proceso de cubanización, en marcha hace 25 años, producto de la insania, desprecio, ingenuidad, minimización de los riesgos inherentes, tomado en cuenta que no se trata de simples “actores políticos”, sino de avezados criminales -civiles y militares- sin escrúpulos, con poder político.
Es cándido pensar que a dichos cuatreros -corruptos y corruptores- se les puede combatir -efectivamente- con las superficiales armas de la democracia. Mientras la oposición presentó ya las actas que demuestran fehacientemente haber triunfado limpiamente, esta corrupta, impresentable, patética, plebeya gentuza, impertérrita continúa -con sofística y mendaz retórica-, en el mando sin presentar los soportes de su atribuida, fantasiosa, risible victoria, que busca perpetuar el deleznable, prevaricador, represivo, siniestro Gobierno que, sine die profundiza la más burda, grave, ignominiosa crisis humanitaria y migratoria que hundió en el despotismo, la miseria al ‘bravo pueblo’ que nos ocupa. Impostura que solo provoca una inmensa, sarcástica carcajada.
Proceso electoral sin garantías, ni mecanismos ni procedimientos legítimos, esenciales en toda democracia. Flagrante manipulación, FRAUDE rudimentario calificado de aberrante por Luis Almagro -secretario general de la OEA- una burla al pueblo venezolano, a la comunidad internacional. Transcribo: “existe información de diversas fuentes que contradicen el resultado oficial; según el criterio técnico del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral, el resultado no merece confianza ni debería recibir reconocimiento democrático”.
Los ministros de Asuntos Exteriores del G7: “Hicieron un llamamiento para que publiquen los resultados detallados de las elecciones con total transparencia y pedimos a los representantes electorales que compartan inmediatamente toda la información con la oposición y los observadores independientes«. El Gobierno español anunció que no reconocerá ningún resultado electoral sin ver las actas. Felipe Gonzáles llamó «tirano» a ‘Maburro’, pidiéndole reconocer la derrota.
El apócrifo, desenfrenado fanfarrón, ante la desaprobación y las sanciones, responde encogiéndose de hombros, aupado por Rusia, China, Irán, Cuba, Corea del Norte, Bolivia y las autocracias y tiranías supérstites que, jubilosas, corrieron a entonar hosannas a su oráculo, sumo sacerdote chavista.
Para el mundo prodemocrático, más allá de las sanciones económicas y el inane cerco diplomático, que solo pellizcan al mafioso, que solo caerá por la fuerza, la presión de la calle, aunada a la intervención internacional que no descarte -repito- el factor militar, enmarcado en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) adoptado en 1947 por la OEA, tras la Segunda Guerra Mundial, al que Venezuela se reincorporó en 2019, el cual propende por la defensa y seguridad del continente.
Juan Guaidó -presidente encargado-, en ejercicio del inmanente derecho de legítima defensa individual o colectiva, estipulado en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, solicitó entonces evaluar la aplicación del mecanismo de asistencia internacional directa, a efecto de restablecer la mutilada democracia en Venezuela, con base al principio de Responsabilidad para Proteger (R2P), compromiso político global apoyado por todos los Estados miembros de la ONU.
Intervención anhelada por la diáspora (millonaria) que permita el esperanzado retorno, avivado por la publicación (www.ganovzla.com) que del 80 % de las actas hizo la oposición; divulgación que acredita el triunfo de Edmundo González Urrutia; acción que contendría la infame masacre ordenada por el desalmado buitre, autoproclamado -sin sustento- reelegido, amparado por Vladimir Padrino -verdugo del régimen-, quienes calificaron las protestas como intento de golpe de Estado.
Reprimidas a sangre y fuego, este es hoy el balance: 22 asesinatos, incontables detenidos y heridos.
¡Dios salve a Venezuela!.
Bogotá, D. C., 03 de agosto de 2024
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