EDITORIAL
Han transcurrido los primeros 32 días de esta campaña electoral para elegir autoridades territoriales y ya los ciudadanos empiezan a dar muestras de cansancio por la bajeza de las herramientas desleales y sucias utilizadas en ella.
Las redes sociales están atiborradas de perfiles falsos desde los que se ataca sin ninguna restricción a contrincantes políticos, adicional a ello, la publicidad de candidatos ha terminado por saturarlas y la información de carácter social o de otra índole que las hace tan agradables, queda perdida en medio de tanta política.
Este uso inadecuado de las redes sociales durante la presente campaña electoral terminará por convertirlas en una cloaca donde lo allí publicado no tenga valor para quien lo lee porque todo será tomado con beneficio de inventario. Lo que era una gran herramienta para facilitar la actividad política logrando mayor penetración en los grupos poblacionales de manera rápida y económica, está siendo destruida por los mismos activistas políticos que son los más interesados en su uso.
El manejo perverso de las redes sociales ya no es exclusivo de algunas campañas, ahora es de la gran mayoría. Por ejemplo, hace cuatro años se habló de la existencia de bodeguitas en Manizales y Medellín especialmente, ahora esta práctica se ha generalizado que hasta en Pensilvania, un pueblo distante de los grandes centros urbanos, funciona una de estas dedicada a atacar a quienes no coinciden con su ideales o consideran adversarios políticos.
En la mayoría de los casos los candidatos no tienen conocimiento de estos manejos de redes sociales y solo se les entera de lo que se publica en contra de ellos. Son mandos medios o fanáticos quienes ejercen esta práctica sin ninguna responsabilidad.
Paradójicamente el mal uso de las redes sociales terminará perjudicando a los candidatos a quienes se pretende favorecer ya que les alejará muchos electores y terminará con cualquier posibilidad de acuerdos políticos con algunos sectores; además de generar, heridas, odios y distanciamientos que difícilmente se podrán superar en el futuro.
Estos actores políticos de no autorregularse en el uso de las redes sociales en la actividad política, terminarán acabando con la credibilidad de la información que se transmite a través de este excelente medio de comunicación y de penetración masiva.
Pensilvania, septiembre 03 de 2023.
