Opinion

POR UNA CULTURA POLITICA *

José Ferney Paz Quintero

El próximo mes de octubre se cumplirá una cita con el país, con nuestros mejores propósitos para que el ejercicio público como administrativo de los elegidos, beneficie el interés colectivo.

Invocamos la imperiosa necesidad de trabajar en el concepto de cultura política, ausente en la conciencia ciudadana, por cuanto no podemos desconocer que nuestra flaqueza esencial radica en una instrucción pública decadente, como en una falta de educación nacional, instrucción y educación parecen ser dos conceptos que a diario se confunden.

Si descendemos en la escala de valores sociales, podríamos afirmar que un gran porcentaje de la población ¿conoce a cabalidad la razón de su voto? ¿Qué hacer para que el elector tome conciencia de la importancia y utilidad del voto? ¿Es que acaso, el desertor campesino que huye horrorizado del ejercicio militar, conoce lo que es el significado de patria?

Menos afán de construir alianzas electorales de último momento, aunque sea con el contradictor del ayer, debilitando los partidos que son el sustento de la democracia, con la figura del transfuguismo, con apoyo gubernamental en la reforma política en curso, para beneficiar unos promeseros de turno, que solo buscan favores personales, apoyándose en el desconocimiento e ignorancia cívica de un alto porcentaje de la población.

Para desarrollar una región o un país, se necesita, ante todo, actualizar sus realidades, en sana política, debe prevalecer lo concreto sobre lo abstracto, no se gobierna, ni se dirigen los pueblos con fórmulas producto de la soberbia y la improvisación, sino interpretando la realidad social, gobernar dentro de la diversidad ideológica, sin dogmatismos, eliminando la vanidad y se gobierne no a través del espejo retrovisor, ya que el panorámico es mucho más amplio, con mejores resultados.

Adenda: Un pensador francés exclamó con frase inspirada que tuvo la resonancia de una verdad evangélica, «abrid las puertas de las escuelas y cerrareis las de las cárceles», Colombia ha fundado entonces muchas escuelas y facultades de garaje, reconociendo personerías jurídicas a movimientos políticos de papel, pero no ha podido cerrar ninguna prisión, la criminalidad campea en las ciudades, la inseguridad es total y el campo es abandonado a diario por miles de desplazados, desamparados a su suerte por el gobierno nacional, a quien se ve mas preocupado por solucionarle al parecer los problemas jurídicos patrimoniales a los victimarios, como se desprende del proyecto de reforma judicial presentado por el iluso Minjusticia.

Adenda dos: Que se gobierne por medio de actos administrativos, no por twitter, sistema que se está convirtiendo en la moda de los altos funcionarios del estado.

* Por: J. F. Paz – Exmagistrado / Consultor. – Presidente Tribunal de Control Ético del partido liberal colombiano.

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