En la noche de este domingo, los colombianos vimos y escuchamos a través de los medios de comunicación, la alocución del excandidato presidencial, Federico Gutiérrez conocido como Fico, en la cual aceptó su derrota.
Fico estuvo acompañado solamente por su fórmula vicepresidencial, Rodrigo Lara, y sus respectivas familias, Aunque aparentó mucha tranquilidad, no podía ocupar el sinsabor de la derrota. Ni mencionó ni agradeció a alguno de los dirigentes políticos de los partidos tradicionales que lo acompañaron durante su campaña, tampoco al presidente Iván Duque ni a sus amigos del Centro Democrático.
Tan grande y evidente era la decepción de fico que cometió la imprudencia de anunciar su decisión personal de respaldar la candidatura de Rodolfo Hernández a la presidencia, lo que le traerá a este candidato más problemas que beneficios. Por hacer bonito hizo feo.
Y cómo no iba a estar fico descompuesto si las urnas corroboraron lo que muchos sabían: que el uribismo y el presidente Iván Duque, igual que las víboras, se estaban deslizando sigilosamente hacia la campaña de Rodolfo Hernández desde dos o tres semanas atrás.
Lo abandonaron en la recta final de su campaña y los votos de caciques políticos como los de la costa atlántica que eran fundamentales, no aparecieron.
A fico el uribismo le aplicó a la misma dosis que le dieron a Oscar Iván Zuluaga, a quien también dejaron tirado a mitad del camino para apoyar al ahora derrotado.
Aún no terminaban de sonar las campanadas de los relojes anunciando las cuatro de la tarde, hora de cierre de las elecciones, cuando María Fernanda Cabal y otros uribistas pura sangre ya estaban anunciando su apoyo a Rodolfo Hernández. Fueron muchos, miles, millones quienes no votaron por fico porque pensaron que no tenía el peso suficiente para ganarle a Petro.
La llegada de un alto porcentaje del uribismo a la campaña de Rodolfo, será la gran ventaja que tiene Petro porque el país votó en contra del uribismo y del continuismo de Iván Duque, y el solo hecho de alinearse con el ingeniero santandereano, espantará de esa campaña un alto porcentaje de votos incluido todo el antiuribismo.
Petro y Hernández suman el 70 por ciento de la votación lo que significa que esta gran masa electoral en Colombia es antiuribista y votará por quien realmente represente el cambio y esté en la orilla contraria.
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