Opinion

DEBATE CON ALTURA

José Ferney Paz Quintero

Por: J. F. Paz – Exmagistrado / Consultor. – Presidente Tribunal de Control Ético del partido liberal colombiano.

Es lo que anhelamos todos los colombianos en esta etapa preelectoral, siendo la oportunidad de calificar el desempeño del actual mandatario, si ha sido eficiente, transparente y si su programa de gobierno ha pocos meses de extinguirse ha beneficiado a esos sectores sociales vulnerables, abandonados por el estado, porque constituye una burla para esa población decirles que todos somos iguales ante la ley, sino lo somos ante la vida.

Confiamos que la gestión administrativa se desarrolle sin altibajos, se den las garantías a todas las tendencias políticas que buscan el apoyo popular, despejando el manto de duda sobre la Registraduría cuyo titular viene recibiendo cuestionamientos por frases desafortunadas que van en contra de la imparcialidad de tan importante organismo oficial, que se vigilen a las campañas para que no vayan estar mediatizadas por el poder del dinero, como de grupos que a través de los años han impuesto su dominio impidiendo la real expresión electoral.

Ahora bien, papel importante juegan los partidos políticos en la selección y otorgamientos de avales, escudriñando con sumo cuidado los antecedentes, como los apoyos políticos y económicos que reciban los candidatos, muchos de ellos con oscuro pasado, convirtiéndose en un asunto de ética política frente a los electores y sociedad en general.

Un consejo para los activistas electorales: no insultar es la primera condición, denigrar, difamar, no hace más que mostrar la bajeza de quién hace uso del agravio, la consigna debe ser diferenciarse por ideas y propuestas, en momentos donde la desconfianza y el descontento se apoderan de un gran porcentaje de la población respecto a la solidez de nuestras instituciones y en particular la del Congreso de la República.

ADENDA: La frase de José Zorrilla, “para verdades el tiempo, y para justicia Dios “, parece aplicarse después de 30 años de promulgarse la publicitada Constitución del 91 a través de la Constituyente convocada para tal fin.

En el cotizado y ampliamente visto espacio de la “Barbería“, del comunicador político William Calderón, NUNCIO de la agraciada población de Neira – Caldas, se entrevistó a quién por esas calendas se desempeñó como subsecretario de la Asamblea Nacional Constituyente, Mario Ramírez Arbeláez, afirmando que la ceremonia realizada el 4 de julio difundida por todos los medios de comunicación, solo fue un acto protocolario, un encuentro social, en el que los constituyentes firmaron unas hojas en blanco, solo con la portada, por cuanto no había texto, el original se había extraviado o en buen romance hurtado, manos extrañas hackearon el computador matriz, impasse que nunca fue investigado, pasando de agache las autoridades competentes.

El texto fue reconstruido tres días después de que se hubiera hecho la cacareada ceremonia en un encierro en el Hotel Tequendama por parte de 22 personas quienes trabajaron en ese nuevo texto constitucional. ¿Qué dirán sobre el tema los sobrevivientes de esa Asamblea Nacional Constituyente? Ver para creer. Qué buena nota periodística de este prestigioso comunicador. Como para premio.  

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