Por: Mario Arias Gómez.
Titular tomado de la entrevista publicada por la revista Semana (21/12/2024), efectuada al polifacético CARLOS FELIPE ‘PIPE’ CÓRDOBA LARRARTE, excontralor General de la República, referida a las calumniosas imputaciones -falacia ad hominem-urdidas -con sevicia- por el seudo escritor -que no periodista- Juan Pablo Barrientos Hoyos, relacionada con el supuesto fraude en la obtención del pregrado, maestría y plagio de la tesis doctoral”, desmentidos puntualmente por la Universidad española de Jaén (UJA), donde el querellado obtuvo los títulos fehacientemente apostillados. Ver link: https://www.semana.com/politica/articulo/excontralor-carlos-felipe-cordoba-se-defiende-de-acusaciones-por-supuesto-plagio-de-su-tesis-doctoral-y-expone-pruebas-fue-el-trabajo-de-mi-vida/202421/
Tesis calificada: ¡SUMMA CUM LAUDE!, honroso galardón académico que acredita el máximo nivel de excelencia alcanzado en la obtención del título -usualmente el doctorado-, presea que con todo derecho el exaltado consideró como “EL TRABAJO DE MI VIDA”, esforzada, aplicadamente alcanzado durante más de diez años de desvelada brega, mundialmente acreditado como uno de los pocos casos de transferencia de conocimiento, en que se pasó de lo teórico a lo práctico; un hito -sin duda- para la Entidad, que incomodó -al parecer- al insidioso, mezquino, pusilánime impostor que sin asidero maquinó tramposa, presuntamente la acusación.
Agraviante, ominosa desinformación que llevó al denostado FELIPE -a pesar de su innata cordura-, a calificar certera, rotundamente de sicariato moral, refutada irrebatiblemente; imputación devuelta -cual bumerán- al adiestrado (¿remunerado?), calenturiento, malintencionado, prostituto carroñero de pupitre; anodino inquisidor que -por ética, estimación propia- debió caballerosamente rectificar -motu proprio-, nobleza obliga, como responder por los perjuicios reputacionales causados. Utopía que es pedirle peras al olmo.
Enmienda que los ofendidos admiradores de PIPE requerimos del hipotético delincuente -de cuello y corbata-; despreciable, insignificante, servil sabandija que, so pretexto del concepto equivocado de la libertad de expresión, se arrogó -literalmente- sin rubor, sin inmutarse, sin fórmula de juicio, debido proceso, fundamentación jurídica, ponderación, confrontación, verificación de las pruebas, la condición de censor, de juzgar, condenar, sustituir la justicia, suplantar al juez, pisotear la presunción de inocencia, honra, buen nombre (derechos fundamentales), abusos propios del “estado de opinión”.
Ignorante supino que confunde opinión -que es subjetiva- con información que es objetiva y se sustenta en fuentes seleccionadas con rigor, verifica de oficio, al margen de la simpatía u ojeriza que se tenga respecto al imputado, en que lo verosímil, el voyerista en comento, convirtió en ambrosía de la verdad: mercenario informático -de mala entraña- ocupado en la cacería de brujas; difundir bulos, fake news, concertados presumiblemente por obscenas canonjías, con malandros carcomidos por la envidia, ejemplificada con el farragoso libelo del supuesto plagio, replicado calmosamente en la susodicha entrevista, que puso en evidencia -urbe et orbi-, al ensañado, maculado verdugo de PIPE, de la Iglesia Católica, de Mario Castaño, exsenador al que -se asegura- llevó al suicidio. Quemado aspirante a concejal Verde de Medellín.
Opúsculo reseñado no propiamente con el benévolo, indulgente lenguaje de FELIPE, sino con los ácidos, crudos, filudos adjetivos presentes que ponen en entredicho al come-honra de marras, extendidos al desgobierno del confrontacional, mediático, rupestre tutor del ‘País de Jauja’, delineado jubilosamente por el milagrero en cuestión la noche del 31 de diciembre, en que, rejuró haber rescatado al país del abismo en que ‘su predecesor lo dejó’. Palabrería que aguanta todo.
Sobre la desarmonía entre el Ejecutivo, legislativo y judicial, atizada por el cobarde, escurridizo, reciclado subversivo -mudado a sátrapa-, con malsonante, oprobiosa, ultrajante jerigonza, nada dijo, quien rebautizó como “malditos” a los congresistas y al CE lo declaró incurso en ‘perfidia’, ambos por actuar en el marco de su autonomía e independencia constitucional. Gerifalte deshonrado, increpado mediante histórica, inédita, justa reprimenda, no sin recordar el colosal kilometraje que falta para que cese la ‘horrible noche’, los colombianos veamos al final del túnel la luz, se dé la anhelada zumba electoral que lo mande a la ‘PM’, lejana aún para desconsuelo.
Salvataje liderado -con ejemplar valor- por César Gaviria, soportado en la congénita capacidad del colombiano de levantarse una y otra vez, impresa en el ADN, quien invitó a la centroderecha del espectro político, a concertar un candidato de unidad que enfrente al declinante, hegemónico, irreverente, sofístico, tóxico petrismo; rescate al país del indescriptible lodazal social en que se ahoga, conducido por el flautista de Hamelín criollo, atareado en apadrinar corruptelas, corruptos y corruptores; ambientar la fracasada paz total; blanquear, encubrir, encumbrar criminales, nombrados gestores de paz.
Marrulla que enmascara la indultada retaguardia de la alucinante, omnipresente chifladura de perpetuarse en el poder, aguada por el ensordecedor, espontáneo, libertario grito: ¡fuera Petro!, voceado por descorazonadas, engañadas, burladas masas, encauzadas por la biempensante dirigencia atada al bien común que urge -con dolor de patria- el cambio imperioso de rumbo -suerte de nuevo comienzo-, mediante un ‘outsider’ -si es del caso- con fuerza política; poder de convocatoria, seducción, no de dominio, vocación de servicio, voz de los sin voz, que genere certidumbre económica, confianza ciudadana; se convierta en símbolo de unidad, que no de ausencia de crítica, uniformidad, independiente de las diferencias ideológicas.
Al respecto es menester sondear a la clase política tradicional, su disposición de abrirse al diálogo, cohesionarse, reconciliarse -sin esperar nada a cambio-; la voluntad de construir consensos, escuchar al otro, fomentar el respeto -riguroso- de la ley; dejar atrás el pedregoso camino del odio, las divisiones, enfrentamientos, polarización; sanar, cicatrizar, restañar las heridas.
Fortalezas encarnadas por CARLOS FELIPE ‘PIPE’ CÓRDOBA, epítome de los más emblemáticos, esclarecidos, míticos, versátiles exmandatarios que, gracias a su patriótica gestión, enaltecieron el ‘Solio de Bolívar’, nombre puesto inconsultamente a consideración de los colombianos, ligados a los más caros, milenarios principios y valores democráticos; avalado por plurales, desinteresadas fuerzas que buscan para todos un fulgurante, esperanzador estado de bienestar, justo, equitativo, participativo, que tienda fraternales puentes de entendimiento, de desarrollo y progreso; destrone la temporalidad de las soluciones, la persistencia de las divisiones, invite a votar a favor de, no en contra de.
¡Hago votos por un bendecido, constructivo, venturoso 2025!
Bogotá, D. C., enero de 2025
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