Caldas enfrenta un panorama preocupante en cuanto al consumo de sustancias psicoactivas entre su población escolar. Según Jorge Rubio Jiménez, subdirector de Salud Pública de la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC), los recientes resultados de la última Encuesta Nacional Escolar revelan cifras que indican que el departamento debe enfrentar importantes retos y aumentar esfuerzos en la prevención en la que es clave la concurrencia de los padres de familia.
«Quiero expresar algunas estadísticas importantes. La última encuesta nacional nos mostró que Caldas ocupa el tercer lugar en consumo de licor en la población escolar, con una prevalencia del 38.59%; esto significa que casi cuatro de cada diez estudiantes en Caldas han consumido licor,» señaló Rubio Jiménez, destacando la magnitud del problema.
El consumo de vapeadores también presenta cifras inquietantes, Caldas ocupa el primer lugar a nivel nacional, con una prevalencia del 22%. Esto indica que más de una quinta parte de los escolares ha usado vapeadores. Además, el departamento lidera el consumo de LSD con una prevalencia del 2.29%, consolidándose como el primero en el país en esta categoría.
Respecto al consumo de otras sustancias psicoactivas, Caldas no se queda atrás. Ocupa el segundo lugar a nivel nacional en el consumo de marihuana, con una prevalencia del 8.9%, y el segundo lugar en el consumo de Popper, con una prevalencia del 3.4%. En cuanto a los pegantes, el departamento también se posiciona en el segundo lugar, con una prevalencia del 1.8%.
Un Llamado a la Acción Conjunta
Rubio Jiménez enfatizó la necesidad de una respuesta conjunta y contundente frente a esta problemática. «Este es un panorama que debe preocuparnos a todos los caldenses. La invitación es clara, desde las familias, las comunidades, los gobiernos municipales y el gobierno departamental, debemos ser muy atentos y definir planes y estrategias para combatir esta situación que estamos viviendo con nuestra población escolar,» declaró.
La DTSC se encuentra trabajando en estrategias de prevención y concienciación, sin embargo, el reto sigue siendo grande. Las cifras dejan en evidencia la urgencia de acciones efectivas y sostenidas que involucren a todos los actores sociales, para garantizar un entorno más saludable y seguro para los jóvenes de Caldas.
Estas cifras reflejan una realidad que exige atención inmediata y un compromiso decidido por parte de toda la sociedad. El futuro de los jóvenes caldenses está en juego, y es imperativo que se tomen medidas que permitan revertir estas tendencias en el consumo de sustancias psicoactivas.