Por: Mario Arias Gómez.
Luego del abrumador, aplastante triunfo de las plurales fuerzas de oposición venezolanas lideradas por la indomable, valiente MARÍA CORINA MACHADO, candidata aclamada previamente en las primarias de la Plataforma Unitaria.
Democrática (PUD), con el 92.65 %, desconocida por el Centro Nacional Electoral (CNE) que la declaró inelegible, siendo sustituida por Corina Yoris -prestigiosa catedrática y filósofa- sin que lograra inscribirse por el fraguado, recurrente bloqueo de la plataforma para tal fin, surgiendo -en subsidio- Edmundo González (1949), calificado exdiplomático, elegido finalmente nuevo presidente indisolublemente opuesto a Maburro.
El hilo conductor de la victoria, MARÍA CORINA -qué duda cabe- luego de superar todas las talanqueras ideadas por el repudiado dictador, entre ellas: las restricciones a las libertades democráticas, las trabas a la inscripción de los electores -interna y externa-, los súbitos cambios de casillas, intimidación, veda publicitaria, disposición del presupuesto oficial en favor del sátrapa, insalvables requisitos y costos de inscripción a los migrantes. De los cerca de tres millones de opositores estacionados en Colombia, lograron votar 7.000.
El prevaricador, justiciable CNE, después de tres semanas, retiene aún las actas pretextando un inexistente hackeo desmentido por el Centro Carter, obstáculos en connivencia con los cooptados, instrumentalizados, laxos, sometidos: Tribunal Superior de Justicia (TSJ), fuerzas armadas, la apestosa, repudiada patulea chavista encarnada por el aborrecible, decrépito, insignificante, pedante, torpe criminal Maburro, quien controla todos los poderes públicos incluido por supuesto el electoral.
Esperpéntico, odiado tirano causante de inconmensurable daño al ‘bravo pueblo’ como a Latinoamérica, declarado ganador por el CNE con el 51.2 % sin consolidar el escrutinio; fraudulenta maniobra, zarpazo que no hay duda “legitimará” el TSJ al decidir la absurda, inconstitucional acción de amparo -una burla a la ley- introducida por el ágrafo y corrupto autócrata que convirtió al país en un dantesco infierno.
Matón que no deja -como es habitual- de asesinar, extorsionar, secuestrar, torturar, amenazas, detenciones -sin fórmula de juicio- multiplicadas después del grotesco atraco electoral, contra activistas, críticos, promotores políticos, testigos de mesa, tuiteros que replican caricaturescas imágenes y comentarios tachados de insultantes.
Guerra sucia ejecutada por la caótica, enmascarada, escalofriante, impune retaguardia que se pasea de negro -impertérrita- intimidando a los manifestantes con armas de fuego, bates, machetes, sacándolos de sus casas a la fuerza, sin orden judicial, graduándolos el desalmado, incontrolable, proscrito guapetón de ciberdelincuentes, terroristas, sin que deje de azuzar, estimular a las violentas hordas de malandros encapuchados que actúen por encargo; ‘rojos rojitos’ conformantes de los obsecuentes círculos bolivarianos.
Desgobierno cuya pertinaz inobservancia de la ley, al debido proceso, derechos humanos, orden, aniquilaron el estado de derecho, incendiaron la arruinada nación que mudó en manicomio, cada vez más cerca de la guerra civil, patentizada en los escandalosos, explosivos, mediáticos vídeos que recogen los abusos y atropellos de los prostituidos Ejército y Guardia Nacional que agreden, detienen, disparan -sin control ni distinción-, patean, reprimen, torturan a los reclamantes calificados por el infame, permisivo Gobierno de revoltosos.
Historia negra que concluyó -contra evidencia- con la viciada autoproclamación de la piltrafa humana en comento, sin consolidar el resultado, sin embargo, Putin y Xi Jinping corrieron -desvergonzada, interesadamente- a felicitarlo con lisonjera, melosa cháchara: “Felicitamos a Venezuela por celebrar sin problemas sus elecciones presidenciales y al presidente por su exitosa reelección, estamos dispuesto a seguir trabajando con Caracas para enriquecer el contenido de su asociación estratégica”.
EE. UU. observa impotente cómo sus adversarios se atornillan en el patio trasero, ponen irreparablemente en entredicho la otrora hegemonía, influencia regional mediante la dadivosa, pródiga exportación de capitales, financiamiento, ingentes inversiones, anclan la antípoda, dictatorial doctrina con la que colonizan, amarran las dictaduras antioccidentales, afines al Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla.
Penetración ideológica que busca ingenuamente contrarrestar con un angelical sistema político prooccidental, abierto, democrático, garantista, basado en la separación de poderes, elecciones libres, supervisadas, competencia partidista, libertad de prensa, de expresión, que reconoce la protesta ciudadana como válida, frente a los ideologizados, irreconciliables gigantes asiáticos, cultores compulsivos, despiadados de las purgas políticas, el control poblacional ejercitada por los entes de inteligencia expertos en desaparecer, detener, envenenar a los opositores, en no permitir los pataleos que, aunque pacíficos, los asumen como antigubernamentales, drásticamente reprimidos -a sangre y fuego-, como ocurre en la convulsa, fragmentada Venezuela, a través del brazo ejecutor, el Cártel de los Soles.
Ambiguo, confuso, dogmático, hiperilegítimo, totalitario “modelo” que desposee impajaritablemente a la población de sus derechos políticos, concentra el poder en la cúpula gobernante reprochable cartilla que penaliza el disenso con cárcel, tortura por orden del catequizado, diminuto, infatuado, pusilánime, tramposo Lenin criollo, quien se pavonea con su corte de ayayeros, retórica de garito proclamando; ‘democracia’, ‘democracia’, ‘libertad’, ‘libertad’ -inexistentes-, contrastado hoy al grito de “fuera Maburro”, mientras caen las estatuas de Chávez, a pesar de los Gulags que el canalla en cuestión ordenó construir, a semejanza de los campos de concentración de Stalin, destinados a castigar, pisotear, reeducar a los millares de inconformes.
“Gallina que come huevo, aunque le quemen el pico”.
El mundo democrático espera -al respecto- que el anuncio gringo, de que la paciencia como el tiempo se agotan, no se quede en advertencia, sino preludio de una aséptica, inequívoca, urgida intervención militar que apoye el incontenible ‘levantamiento popular’ -en ciernes-, polvorín social a punto de estallar, que lo evitaría -según el CEO de una importante empresa privada de seguridad- el ajuste de 15 a US$ 100 millones la RECOMPENSA del macabro aviso: “SE BUSCA VIVO O MUERTO”, cuantía que -agrega- haría atrayente, interesante el ‘trabajito’.
Bogotá, D.C., 17 de agosto de 2024.
APOSTILLA: Adhiero al clamoroso, imperioso llamado de MARÍA CORINA, a la exacerbada diáspora venezolana que alicaída, descorazonada, desesperanzada deambula sin rumbo por el mundo, como a los heroicos que aguantan la dictadura aún en el amado terruño, a la ¡GRAN PROTESTA MUNDIAL!, para que al unísono salgan sin miedo a las calles a “alzar la voz por la verdad”, “denunciar el fraude perpetrado por el régimen”, “defender el histórico triunfo del 28 de julio que no dejaremos se lo robe”.
Tomo prestado el verso del español, José María Alfaro, para decirle a mí hermano zuliano, JOSE JUIS URDANETA ROMERO, que más temprano que tarde en su patria “Volverá a reír la primavera…”
