Por: José Daniel Zuleta Cortés – Consejero Nacional de Juventud 2023 – 2024.
A un año de la posesión del Consejo Nacional de Juventud 2023 – 2024, es válido recordar la incansable lucha popular y social de las juventudes; y es que no falta mencionar la inapagable llama de lucha que arde en los corazones jóvenes. Quizás, esa fue un poco de la misma medicina que le dimos al Presidente Gustavo Petro cuando aquel 02 de agosto de 2023 no iba a posesionarnos como máxima instancia de participación de los jóvenes a nivel nacional. Fue allí donde 49 jóvenes de todos los departamentos, ideologías y creencias nos unimos en una sola voz para exigir nuestro primer derecho en una larga batalla de persistencia contra el gobierno nacional en favor de las juventudes y fue allí donde después de un largo tiempo fue y nos posesiono como tanto queríamos, en la Casa de Nariño junto a varios ministros.
Hoy, 02 de agosto de 2024, miramos atrás y nos damos cuenta de que todo ha valido la pena, cada lucha y trasnoche valieron para presentar al día siguiente propuestas concretas a cada uno de los ministerios y al mismísimo presidente. Cada voz y acto de rebeldía han contribuido a forjar un camino para que los próximos representantes de los jóvenes se sientan involucrados en cada decisión política y social del Estado. Ha valido la pena donar nuestro tiempo sin esperar nada a cambio, solo buscando mejoras para una juventud agobiada y marginada por todos los gobiernos.
Por eso, y por mucho más, vale la pena seguir luchando por una sociedad más justa, donde todos los pensamientos e ideologías tengan cabida; donde el gobierno sea el protector de la sociedad civil; donde los jóvenes sean esa llama de cambio y rebeldía que tanto ha beneficiado a este país; donde no miremos con arrogancia al campesino por su labor, sino que nos sintamos orgullosos de aquellos que nos proveen el alimento en nuestra mesa. Por eso, y por mucho más, vale la pena seguir luchando por el país de la belleza, el Caldas de los paisajes mágicos con gente maravillosa donde cada sonrisa tiene una larga historia que compartir.
Siempre gracias a cada uno de los ministerios por no cerrar la puerta a los jóvenes Caldenses, gracias en especial al Min Tic por hacernos creer que si se puede conectar al campesino con el mundo, gracias al Min Trabajo por defender y forjar en Caldas un espacio cada vez más seguro para las y los trabajadores y gracias a todos aquellos compañeros que sin importar sus amenazas o rechazo de una población en especial del país, siguen levantándose con las mismas ganas de ver una Colombia verdaderamente inclusiva y próspera.
“Siempre valdrá la pena recordar, que aquel joven campesino proveniente de Risaralda Caldas fue y se plantó frente a un Presidente de la República a exigir los derechos de su población”.