Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.
A ratos pensamos que nuestro país está convertido en un manicomio y el responsable de agitar todo este cotarro es el señor Presidente de la República. El Lunes pasado el Secretario General del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Antonio Salazar, nos mostró a los Colombianos que pese a tener unas presiones del “alto gobierno”, puso por encima de cualquier consideración, su deber como funcionario y como ciudadano responsable, y cumplió con la Constitución y la Ley y firmó tres resoluciones para adjudicar finalmente la licitación de los pasaportes a la firma Thomas Greg & Sons y así evitarle una demanda supermillonaria al país. Después de esta actuación vino un trino del presidente y desató una tormenta política.
La decisión del señor Secretario General de la Cancillería tumbó las decisiones adoptadas por el suspendido ministro Leyva. Revocó la declaratorio de desierta la licitación, terminó la urgencia manifiesta y le adjudicó a Thomás Greg el contrato de los pasaportes. Todo esto hizo exclamar al presidente que los había traicionado; si cumplir con la ley y el deber es traición, lo traicionó.
Ahora aparecen defensores de oficio del gobierno y dicen que el Secretario General no consultó dichas medidas; eso es obvio ya que dentro de sus facultades estaba autorizado para tomar decisiones y eso fue lo que hizo.
Dentro de sus reacciones primarias del presidente Petro sigue hablando de un contrato corrupto y si esto es asi, porque no lo ha denunciado ante las autoridades jurisdiccionales para que actúen. El presidente quiere gobernar por las redes sociales, pero la justicia se administra en los estrados.
Todas estas movidas de la parte administrativa encontramos un entramado que el mismo gobierno armó. Ellos diseñaron la licitación, pusieron las condiciones y además la ley es la que dice que licitación con un solo proponente se debe adjudicar. Al doctor Leyva lo que menos le preocupa es el cumplimiento de la ley porque alcanzó a decir que lo demandaran, porque cuando saliera la demanda lo debían notificar en la tumba, aquí le faltó diplomacia y ese es el cargo que ocupa. ¡Qué mal ejemplo nos da!.
Felicitemos al señor Secretario General, doctor Salazar, porque nos ha dado una clase de entereza y valor civil. Primeo cumplió con las obligaciones de todo funcionario público que es respetar la ley y la constitución y segundo sabiendo que su jefe inmediato había cometido un error jurídico que nos costaría muchos millones de pesos a los colombianos, corrigió su error y estuvo presto a afrontar los rayos y centellas que desde el alto gobierno le dispararían.
Todo este enredo jurídico creo será un buen tema de discusión en las facultades de derecho en las materias contenciosas y una verdadera encíclica para la materia de ética.
