EDITORIAL
La manifestación realizada el pasado jueves frente al Palacio de Justicia en Bogotá por cientos de ciudadanos que pedían a la Corte Suprema de Justicia la elección de la nueva fiscal general de la Nación para que este importante cargo no quedara en interinidad a partir de este lunes cuando termina su período el cuestionado, Francisco Barbosa, ha generado voces de rechazo por los grupos reaccionarios y ultraconservadores con injerencia sobre esta entidad.
La terna de la cual debe ser elegida la nueva fiscal general lleva varios meses en poder de la Cortes Suprema de Justicia, sin embargo, el pasado jueves tampoco hicieron la elección dejando a la Fiscalía en manos de Martha Mancera, mano derecha del saliente Francisco Barbosa y tal vez más cuestionada que él.
Razón no les faltaba a los manifestantes del pasado jueves al reunirse desde tempranas horas frente al Palacio de Justicia ya que tenían el presentimiento que la Corte Suprema de Justicia una vez más no cumpliría con su deber constitucional de elegir a la nueva fiscal general de la Nación y daría largas para encargar a alguien de confianza de Barbosa. Y así fue.
Estas mañas son a las que nos está acostumbrando el poder judicial en Colombia. Las estrategias dilatorias son empleadas en todos los niveles, procedimientos y procesos. Dejan vencer términos, se enferman antes de las audiencias y dilatan diligencias sin justificación valedera, son algunas de las muchas actuaciones que han terminado por generar desconfianza en sus procederes.
Una vez más vemos que la Corte Suprema de Justicia no es la excepción. Para estos honorables magistrados no les fue suficiente el desprestigio al que estuvieron sometidos por los escándalos monumentales por corrupción en los que estuvieron varios de ellos involucrados y que terminaron con condenas penales. Ahora, nuevamente incumplen sus deberes constitucionales y legales con la típica excusa que ninguna de las ternadas ha logrado los 16 votos exigidos. Esperemos que esto no sea parte de una estrategia para prolongar en la fiscalía general el poder de Francisco Barbosa de quien se dice ha estado al servicio de un sector político ultraderechista y arbitrario.
Con este mal ejemplo que está dando la Corte Suprema de Justicia, la rama judicial colombiana no logrará recuperar la confianza entre la población.
Manizales, febrero 11 de 2024.