EDITORIAL
El empalme entre las administraciones saliente y entrante es un proceso efectivo, transparente, útil y de conformidad con lo dispuesto en la Ley 951 de 2005, y es de obligatorio cumplimiento, a través del cual se hace entrega y se recibe formalmente la administración pública de las entidades territoriales, y se formaliza con la entrega del acta de informe de gestión.
También es un proceso estratégico y de interés público y para tal efecto se establecen 3 fases en los que se entenderá realizado el empalme.
El primer momento está dirigido a la administración saliente y presenta los primeros pasos para la preparación de insumos del empalme, la segunda fase está dirigida tanto a la administración saliente como a la entrante y da a conocer las actividades que se deben coordinar para realizar el ejercicio de empalme; y la tercera está orientada a la administración entrante y brinda los lineamientos para la utilización y aprovechamiento de la información recibida.
En este orden de ideas, es pertinente indicar que el proceso de empalme le permite a quien recibe la administración, el mandatario entrante, conocer el estado de los temas a su cargo, cuales necesitan ajustarse, qué recursos debe asignar y cómo ejecutar las obligaciones que le corresponden.
Pasadas las elecciones del 29 de octubre y después de que la mayoría de los mandatarios locales se tomaron unos días de descanso, iniciaron en forma estos empalmes dispuestos por la Ley.
Cuando hay continuidad en la línea política de quienes salen y sus sucesores, este empalme es tranquilo y sin mayores dificultades, sin embargo, si se presentó cambio, surgen traumatismos y falta de entendimiento, muchas veces por el exagerado celo de quienes reciben.
Las comisiones de empalme no tienen facultades ni funciones de órgano de control, por ello no deben de excederse en sus labores. Algunos pretenden que se paralicen las actuales administraciones frenando los procesos en curso para dejarlo a los mandatarios entrantes.
En muchos casos los mandatarios electos y sus equipos olvidan que sus administraciones empiezan a partir del primero de enero de 2024, y que hasta el 31 de diciembre de 2023 a las 12 de la noche, legal y constitucionalmente, son titulares de sus cargos los actuales dignatarios.
Calma mandatarios electos, su cuarto de hora apenas empieza el primero de enero de 2024.
Manizales, noviembre 26 de 2023.

