EDITORIAL
El pasado miércoles en las horas de la mañana, la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, dictó orden de captura internacional con medida de aseguramiento de detención preventira intramural contra el exsenador, Arturo Char Chaljub, pór corrupción electoral y compra de votos dentro de la investigación que se adelanta por los presuntos delitos de concierto para delinquir y corrupción de sufragante agravados, además por intervención en fuga de presos luego de que Aida Merlano lo señalara de ayudar y orquestar su huida.
Sin embargo, al día siguiente, jueves en la noche, pasó algo inusual en Colombia. El exsenador Arturo Char, quien también tiene nacionalidad estadounidense y hubiese podido permanecer en este país, regresó a Colombia, concretamente a Barranquilla para entregarse a las autoridades y quedar a disposición de la Corte Suprema de Jusiticia. El viernes fue trasladado a la carcel La Picota de Bogotá.
La costumbre en Colombia ha sido que cuando un personaje de la vida pública es alertado sobre una posible orden de captura, huyen del país en forma inmediata para evadir la acción de la justicia como lo hicieron entre otros, Andrés Felipe Arias, Luis Alfonso Hoyos, Luis Carlos Restrepo, María del Pilar Hurtado.
Char hizo lo que tenía que hacer por el bien de la justicia colombiana lo que contribuye a combatir la impunidad. Presentarse voluntariamente evitando dilaciones en sus procesos es el ejemplo para seguir por todos los sindicados o investigados y tratar de restaurar la legitimidad de la desprestigiada clase política del país.
El huir para evadir la acción de la justicia se convirtió en una cultura dentro de la clase política colombiana. Quien nada debe, nada teme. Lo correcto es que permitan ser investigados sin obstaculizaciones ni dilaciones y que el aparato judicial también actúe como lo ordena la Constitución y la Ley.
La posición social, económica o política no pueden utilizarse para evadir la acción de la justicia que no debe seguir siendo solamente para los de ruana.
Manizales, septiembre 10 de 2023.