Por: Mario Arias Gómez.
Fugaz, ligero, pasajero, transitorio percance sufrido por CARLOS ALBERTO ARIAS JIMÉNEZ, antesala -póngale la firma- del vasto, dilatado, lúcido mañana que le espera al seguro ‘alcalde de todos y para todos’; transparente, pulcra meta que el destino le tiene reservado, quehacer en beneficio del amado terruño, ¡MANIZALES!, por soberana voluntad de los 110.430 manizaleños que con su firma avalaron -de corazón-, respaldaron su INDEPENDIENTE propuesta, alejada de estériles cacicazgos políticos.
Cívico anhelo, temporalmente frustrado -irremediable, irreversiblemente-, por el apocado Registrador del Estado Civil, que acaba de desatender por infundadas, nimias sinrazones, el recurso de reposición interpuesto mediante apoderado por “el comité inscriptor del grupo significativo de ciudadanos denominado «MANIZALES SOMOS TODOS», contra el Informe Técnico de Verificación de Firmas.
Desprestigiado funcionario causante de la falta de confianza, credibilidad, seguridad -imparables, acrecentadas-, básicas en el ejercicio del cargo, como en el proceso electoral en ciernes, que elegirá en 49 días (29 de octubre): 32 gobernadores; 418 diputados; 1.102 alcaldes; 12.072 concejales; 6.513 ediles de las Juntas Administradoras Locales. Evento antesala de la elección presidencial del 2026, tenido como verdaderas primarias y referéndum de la gestión de Gobierno.
¡Es la economía, estúpido!, recurrente expresión de autoría de un asesor de Bill Clinton, puyazo lanzado en la campaña presidencial de 1992, fundamentalmente alusivo a fenómenos económicos; locución deletreada recursivamente para dar soporte al presente escrito, discrepante con la impúdica decisión del desvergonzado, tramposo Registrador -insolvente funcional- que negó -palmariamente- al importante grupo de manizaleños -enrojecidos por la putería-, el derecho a “elegir y ser elegido”, a la “participación democrática” (artículo 40° de la CP).
¡Es la Registraduría, estúpido!
Desdorosa entidad convertida en albañal, fétido pozo séptico -por decir lo menos-, influenciada presunta, puniblemente por las ‘Marionetas’; hazmerreir que en arbitrario, errado, torcido fallo -sin precedentes- validó 721 apoyos, objetó 17.770 pretextando “no haber consignado el tomo y folio de los datos…”, aceptado ejemplar, democráticamente por ARIAS JIMÉNEZ -como debe ser-, no sin despacharse con este lapidario mandoble: “Nuestro motor son los sentires, los sueños y el bienestar de los manizaleños, y eso, no nos lo pueden ROBAR”.
Me asalta la duda, si el impresentable ágrafo -vergüenza zoológica-, acólitos y asesores, son unos tontos o si piensan que los demás lo somos, o las dos cosas a la vez. Tragicómica mascarada, que trajo a mi memoria la célebre frase de uno de los gobernantes más famosos de la historia, Julio César: ‘Mi esposa ni siquiera debería estar bajo sospecha’, enunciado reelaborado ligeramente por el paso del tiempo: ‘La mujer del César, además de ser honrada, debe parecerlo’.
El Registrador por lo visto, no lo es, ni parece serlo.
Expresión que data del año 63 a. de C., después que Julio César casado en primeras nupcias con Cornelia -matrimonio que duró dieciséis años-, consagrado ‘Pontifex Maximus’, desposado -por segunda vez- con Pompeya -nieta de Sila- , quien, en tal condición, oficiaba como anfitriona de una de las ceremonias más importantes de la época, dedicada a la deidad, ‘Bona Dea’ -‘Buena Diosa’-, rito que se efectuaba los primeros días de diciembre, en el que participaban exclusivamente las más encopetadas, selectas mujeres de la sociedad romana. La presencia masculina estaba rotundamente vedada, tanto que las estatuas de los varones las cubrían con un velo.
Publio Clodio Pulcro (29 años) -opositor político de Julio César-, travestido de mujer, logró colarse en la celebración sin recibir castigo, luego de pillado. Según los infaltables chismosos, las habladurías, sedujo sexualmente a Pompeya, lo que llevó a que el César la repudiara y divorciara posteriormente. Se dice que, durante el juicio, Julio César pronunció la máxima en comento. Postura patriarcal que reclamaba la absoluta fidelidad de la esposa al marido.
Preámbulo del que echo mano -guardadas proporciones-, para destacar, resaltar la ninguna transparencia -fundamental en lo público- del muy avivato, mañoso, Alexander Vega Rocha (Registrador), del que se predica: Hijo de tigre nace pintado y de chucha rabipelado’-: Hijo de Campo Elías Vega Goyeneche, condenado (2015) por compra de votos, multado con 54 salarios mínimos por corrupción al sufragante, condena confirmada por el Tribunal Superior de San Gil. Heraclio Vega (tío), gobernador del Vaupés (1993) convicto por “peculado por aplicación oficial diferente” (CSJ).
Hijo y sobrino, litigante en el estudio jurídico del cuestionado exmagistrado, Rodrigo Escobar Gil, copartícipe con su par, Jorge Pretel, del vergonzoso escándalo de FIDUPETROL. Icónico caso -al más alto nivel- en la historia de la corrupción judicial. Prosigo: Coordinador de asuntos electorales en la súper corrupta alcaldía del finado Samuel Moreno; íntimo del conocido de autos, Ñoño Elías; en 2014 postulado al CNE por el partido de la ‘U’, pese al veto del tribunal de ética, al no acreditar los diez años de experiencia, agregada la sanción disciplinaria (2012) -suspensión en el ejercicio de la función pública-, blanqueada por el inescrupuloso Alejandro Ordóñez.
Su meteórico ascenso se equipara con el del ávido excontralor, Felipillo Córdoba -crónico psiquiátrico a punto de amarrar-, movidos (ambos) por intereses ‘non sanctos’. Vega Rocha como magistrado del CNE, fue autor de controvertidas providencias que viraban de la noche a la mañana: Ejemplificado por el caso, Antonio Quinto Guerra, “inhabilitado por la Procuraduría en segunda instancia por posesionarse y actuar como alcalde de Cartagena, pese a estar inhabilitado”. Una más: Votó el archivo de la hoy revivida investigación a la campaña reeleccionista de Santos, por supuesta financiación ilegal (Odebrecht), cinco días después de abandonar la ‘Casa de Nari’ y de reunirse con él, en casa de Roy Barreras, Amoral lagarto que recorrió el mundo por cuenta del erario. Lo registra su surtida vanidoteca: Con Pepe Mujica (Uruguay), José Luis Rodríguez Zapatero (España), en lugares turísticos: Estados Unidos, Rusia, Argentina, Chile, Ecuador, México, Portugal, España, Grecia, Turquía, Corea del Sur. En China, posando en las tumbas al lado de los guerreros de terracota; en Madrid con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, en el Santiago Bernabéu, en la final de la Copa Libertadores (2018), entre Boca Juniors y River Plate.
Su fraguada elección se dio bajo las nuevas reglas de juego, definidas antes del concurso, en que la entrevista de conocimientos pasó a tener en la evaluación, mayor valor porcentual que los años de experiencia, permitiéndole saltar del quinto al segundo lugar entre los mejor calificados, trapisonda ensombrecida por los rumores de decisivos, sibaritas viajes y regalos con los que ‘cortejó’ -presuntamente- a Gloria Ortiz (presidenta, Corte Constitucional), Lucy Jeannette Bermúdez, (presidenta, Consejo de Estado); Álvaro García (presidente, Corte Suprema de Justicia).
Tomó posesión, a pesar de la formal acusación pública de Andrés Guerra Hoyos (hijo de Bernardo Guerra Serna) que develó su actuación como emisario de Marco Emilio Hincapié -magistrado del CNE-, con la exigencia de mil millones de pesos, para inducir -favorablemente- un escrutinio en que estaba interesado. Al respecto, admitió haber sido contactado, dizque, profesionalmente. En su ejercicio, no sale de la mira de los órganos de control; de los auditores partidistas; del mediático, Andrés Pastrana, que lo denunció por la supuesta oscura relación con la empresa española INDRA, proveedora (amañada) del software del preconteo de votos y la transmisión del proceso electoral.
No sigo, pues me haría interminable. Apretada síntesis que incita a plantear la duda razonable respecto a si con dicha hoja de vida del amoral, desaprensivo, descabellado, ideologizado, incoherente, inculto, infracalificado, omisivo jumento -que más parece un prontuario policial o judicial-, ¿es posible ejercer el cargo, o si este suple la cantada falta de autoridad moral y ética, confianza -tiradas al tacho- exigidas a quien tiene la función constitucional de dar fe, garantizar, validar las elecciones, por ende, la democracia?
Estimado CARLOS ALBERTO: “El mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla”.
Permítanme -para terminar- parodiar un verso de la poetisa guatemalteca: Julia Esquivel (1930-2019): «Podrán cortar todas las flores al pueblo, pero siempre volverá la primavera. Florecerás Manizales».
Bogotá, D.C. 09 de septiembre de 2023.
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