EDITORIAL
Después de quedar en firme las listas para asambleas departamentales y concejos municipales y distritales, el panorama es demasiado desconsolador.
La mayoría de las listas a concejos municipales están con rellenos, personas sin ninguna relevancia política, y lo peor, sin preparación para el cargo al que aspiran.
Es caricaturesco encontrar en estas listas personajes típicos y folclóricos de los pueblos, otros quienes dicen que al no tener nada qué hacer, aspirarán al concejo. También encontramos señoras del servicio doméstico quienes prestaron sus nombres para completar las cuotas de género, y otras personas que no tienen la menor idea de lo que es un concejo municipal o la administración pública, y lo que es peor, no pocos inhabilitados.
Joseph de Maistre dijo en las postrimerías del siglo XVII que «Cada pueblo o nación tiene el gobierno que se merece», frase que el francés André Malraux la modificó diciendo que: «…no es que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen». Nada más cercano a la realidad.
La conformación de listas para autoridades territoriales con miras a las elecciones del 29 de octubre de 2023, demuestran una vez más la decadencia de nuestro sistema democrático, la improvisación de los partidos y la irresponsabilidad de muchos dirigentes políticos.
Siempre hemos afirmado que los partidos y organizaciones políticas tienen la obligación de presentar e inscribir como candidatos a personas idóneas y capacitadas, quienes representen realmente a la sociedad a la que aspiran gobernar. El primer engaño hacia el elector se da cuando los aspirantes no tienen las condiciones requeridas para sus cargos lo que hace presumir que llegarán a cumplir órdenes y a ser manipulados.
La conformación irresponsable y caricaturesca de listas desdibujan la democracia, enrarecen el proceso electoral y le restan seriedad a la contienda.
Manizales, agosto 13 de 2023.
