Por: José Oscar González Hernández. Se desempeñó como alcalde de Pensilvania, Diputado a la Asamblea de Caldas, Personero de Manizales.
A partir del 6 de junio y por casi un mes los jefes del ELN les ordenaron a sus miembros un cese al fuego temporal, nosotros, la ciudadanía, no tenemos conocimiento para que pueda ser esto, pero esperamos que sea un avance en las conversaciones de paz.
De la mano de alguien que está dentro en las negociaciones, el doctor José Félix Lafaurie, nos invita a hacer un análisis desapasionado para comprender lo acordado. Nos cuenta el negociador en La Habana que el acuerdo obliga al ELN y al Gobierno a desarrollar acciones pedagógicas para enseñar el alcance de los acuerdos y protocolos.
Nos señala el doctor que existen tres etapas. La primera etapa iba del 9 de junio al 5 de julio de “alistamiento” en temas de comunicaciones, protocolos pendientes. Vemos que el tiempo pasó y al grueso de la población no nos contaron.
La segunda etapa es la que estamos viviendo entre el 6 de Julio y el 2 de agosto que se inicia con la orden del cese de “acciones ofensivas” y allí se establece lo que se puede y no se puede hacer. En esta fase se debe aumentar la pedagogía de los acuerdos y no se ha hecho nada por parte del gobierno y se debe producir un “desescalamiento” para frenar la violencia del grupo armado.
La tercera fase inicia el 3 de agosto con la implementación plena del cese al fuego por 180 días prorrogables y con “vocación de continuidad”. Esta fase tendrá evaluaciones periódicas y una Veeduría Social y se tendrá especial cuidado para denunciar eventuales incumplimientos.
A lo largo de las veces que se ha intentado por parte de los gobiernos anteriores un acuerdo con este grupo armado, siempre se encontraba con una férrea oposición dentro de los miembros de dicha organización.
Para terminar, cedámosle la palabra al miembro de la Mesa de Negociación en la Habana, doctor Lafaurie, en columna anterior que nos dijo: “Recapitulemos: in cese al fuego y de hostilidades no habrá participación posible y la construcción “colectiva” de la paz será ogra promesa de valor incumplida. Por ello, estos acuerdos enfrentan el imperativo de cumplir su finalidad de generar condiciones para que la población ejerza sus derechos en libertad y, en últimas, para mejorar la vida de los más vulnerables en los territorios. Esperemos que así sea”.
Como lo vemos este proceso de paz es muy difícil y se debe tener mucha paciencia. Que el Señor los ilumine.
